Gemelas de oro

,Aparentemente son como los demás niños: se pirran por los helados y por algún nuevo juguete. Pero éstos, a diferencia de los demás mortales, tienen, antes de cumplir los siete años, cuentas bancarias que superan los mil millones de pesetas. Las gemelas de la serie Padres forzosos, que ofrece Canal + en abierto, se han convertido en una auténtica industria por sí solas, si se suman los contratos con televisión, publicidad, sector discográfico, juguetes, etcétera. Y eso que, según afirman sus padres y portavoces, Jamie y Dave Olsen, rechazan 9 de cada 10 ofertas que reciben.

Padres forzosos ha logrado una audiencia media de 25 millones de telespectadores en la cadena norteamericana ABC. El éxito ha permitido a las gemelas trabajar en varias películas para televisión, y grabar numerosos discos y vídeos musicales para los niños.

Mary Kate y Ashley, que así se llaman las precoces estrellas, preparan también su debú en la pantalla grande el próximo verano. Su disco Brotherfor sale fue éxito de ventas el pasado verano. Y las muñecas que reproducen sus peculiares rostros se cuentan por cientos.

Padres forzosos es ese tipo de telecomedia hogareña, edulcorada, sobre la que la gente de televisión suele bromear diciendo que seguramente Dan Quayle (el ex vicepresidente americano que se hizo famoso por sus ataques a

Murphy Brown y sus supuestos atentados a la integridad de la familia) la colocaría entre sus preferidas. Pero es el primer programa en audiencia entre los espectadores de 6 a 11 años; el número 8 en audiencia entre teen-agers

(quinceañeros), y el 17 entre los adultos (entre 18 y 34 años).

Debú con nueve meses

Un típico episodio de la serie puede consistir en ver cómo la pequeña Michelle (que interpretan las gemelas Olsen) intenta aprender a atarse los cordones de los zapatos ayudada por sus varios "padres" (John Stamos, Bob Saget y David Coulier, los padres forzosos que ayudan a uno de ellos en la paternidad sin madre de sus hijas).Las Olsen han pasado buena parte de sus siete años en los platós televisivos (tres días a la semana por tres semanas al mes de trabajo). Tenían sólo nueve meses cuando debutaron en la telecomedia y, por lo que parece, ellas, que se turnan en su papel, han sido hasta hoy una de las claves de su éxito. Según cuentan sus padres y administradores, aún no saben lo ricas que son-algo más de 1.000 millones de pesetas en recientes contratos, convencidas de que su hucha de juguete es todo su capital.

El caso de las Olsen es similar al del bebé cantante francés, Jordy, que ya dispone de su mansión millonaria en Miami, o el del ya consagrado Macaulay Culkin (Solo en casa 2). El caso del bebé cantante, el ubicuo Jordy, que ha dado la vuelta al mundo con su Es duro ser un bebé y, previsiblemente, será el próximo protagonista de Mira quién habla III, no es más que uno de los ejemplos de los nuevos magnates infantiles.