Un padre lleva a sus hijos al juzgado de guardia porque no puede alimentarlos

Un vecino del madrileño municipio de Arganda del Rey (27.000 habitantes) intentó dejar el pasado lunes a sus cinco hijos en el juzgado de guardia de Madrid argumentando que carecía de medios para poder alimentarlos. Los funcionarios del juzgado (ese día estaba de guardia el 29) dieron de comer a los menores y compraron panales para el más pequeño. El mayor de los niños tenía 11 años, y el menor, cinco meses. El padre (un hombre de unos treinta años) argumentó también que el ambiente familiar no era el más adecuado para sus hijos.A la vista de que los niños llevaban muchas horas sin comer, los funcionarios de los calabozos de los juzgados, donde hay una cocina para la comida de los presos, subieron bocadillos y pasteles para los mayores, así como leche para el más pequeño. Sin embargo, una funcionaria advirtió que esa leche no era adecuada para el bebé, por lo que salió con un compañero en busca de una farmacia abierta, en la que compraron, con su propio dinero, la leche, un biberón y unos pañales. Después, se resolvió que la policía trasladase a los niños hasta el domicilio familiar, donde se encontraba la madre.