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Detenidos 11 soldados de la Guardía Real por causar destrozos cuando festejaban su licencia

La borrachera debió de ser notable, pero la resaca amenaza con ser mucho peor. Once soldados de paisano que celebraban el próximo fin de su mili en la Guardia Real fueron detenidos por la Policía Municipal por causar destrozos en la vía pública en la madrugada del jueves. Antes habían protagonizado una pelea masiva en un bar. Los vecinos del complejo Aurrerá, en el barrio de Argüelles, apenas notaron el alboroto, tan acostumbrados como están al jaleo. Para los detenidos, la sobriedad trae un panorama mucho menos festivo. La justicia militar puede sancionarles y, de paso, prolongar su mili.

Los 11 soldados de paisano, integrantes de un cuerpo dedicado a proteger a la familia real y a vigilar el palacio de la Zarzuela, no celebraron con mucho tino el fin de su servicio militar. Eligieron una zona tan tradicional para las copas y la bronca como el complejo Aurrerá, que desde hace tres años cuenta con un destacamento de la Policía Municipal a fin de velar por el orden en el barrio.De hecho, sobre las tres de la mañana, varios ciudadanos advirtieron a los agentes del cuartelillo que en el bar Espejos había una pelea. Los guardias acudieron al local -que tiene fama de dar dos bebidas por el precio de una- y encontraron a unas 30 personas enzarzadas en la bronca. Al ver a los agentes, los contendientes salieron zumbando a la calle, según testificaron posteriormente dos policías municipales en la comisaría de Chamberi.

El lío había acabado dentro. Pero empezaba fuera. Los policías siguieron recibiendo avisos de que había un grupo alterando el orden y causando desperfectos en la zona. Incluso un vecino de la calle de Gaztambide bajó a denunciar que le habían destrozado el espejo retrovisor de su coche y dio los datos del autor, que coincidían con los de uno de los jóvenes que fueron detenidos más tarde.

Los agentes municipales recorrieron el área y observaron daños en 14 automóviles -espejos retrovisores y lunas rotas y abolladuras en la carrocería-, papeleras arrancadas y contenedores cruzados. A la altura de la calle de Isaac Peral, 38, encontraron a los 11 jóvenes presuntos responsables de los destrozos. "Anteriormente fueron los que habían provocado la pelea en los bajos de Aurrerá", según manifestaron los policías.

Policía Militar

Los agentes llevaron a los detenidos a la comisaría de Chamberí, donde dijeron ser militares destinados en el cuartel del Príncipe, en El Pardo. Por ello fueron entregados a la Policía Militar. La dependencia castrense donde están destinados pertenece a la Guardia Real, un cuerpo integrado por soldados profesionales y voluntarios -mili de año y medio- que perciben un sueldo.Ayer por la tarde, en el Ministerio de Defensa aún no disponían de una versión sobre lo ocurrido ni de la adscripción de los soldados detenidos. Sin embargo, un portavoz señaló que se puede dar como seguro el castigo de los implicados. La sanción alargaría el cumplimiento de su servicio militar, que debía finalizar la próxima semana.

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A pesar del bullicio, varios vecinos de Aurrerá consultados desconocían lo ocurrido. "Yo estaba en la terraza intentando ver la lluvia de estrellas y no oí nada", aseguraba Josefa. Su vecina María Ransanz coincidía. Ellas, como otros inquilinos, ya están casi inmunizadas. En los dos patios de Aurrerá hay unos 60 bares, que abren desde las seis de la tarde hasta la madrugada. En el recinto se han producido en ocasiones peleas y agresiones, si bien la presencia policial ha aliviado la situación.

En Aurrerá mandan las copas. Los feligreses de la parroquia de San Ricardo, que convive en los patios, se topan al salir de misa con el club del alcohol. Ya lo advierte el sacerdote: "A veces entran en la iglesia y dicen ¡hostias, que esto no es un bar!".

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