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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

¿Es el golf un deporte elitista?

Se dice que un deporte es de élite cuando es practicado por pocas personas que además forman parte de un grupo social más o menos pudiente. ¿Se dan estas condiciones en la práctica del golf en nuestro contexto? A primera vista es dificil afirmar lo contrario, pero tal vez merezca la pena aclarar ciertos equívocos que, más por desconocimiento que por otra cosa, alimentan la imagen clasista de este deporte. Algunos tópicos que rodean al golf son, creo yo, la causa de esa imagen negativa. Por ejemplo, la figura del caddie -el que transporta el equipo y el que aconseja al jugador-, cuya existencia y función de porteador despierta en muchas personas no pocos recelos y antipatías. Para que nadie se llame a engaño en este punto hay que decir que contratar o no a un caddie es siempre una opción personal que no usa el 99% de los jugadores aficionados. En el ámbito profesional hoy día es una importante labor que desarrollan personas muy bien preparadas y remuneradas.Tirando del tópico fácil, también se dice que el golf es un deporte para viejos. Y habría que decir, en todo caso, que puede ser practicado hasta de viejo, cosa que es bien distinta. Añádase la ventaja de que los años de práctica se prolongan como en ningún otro deporte: puede uno iniciarse en él ya desde los ocho y, de ahí, hasta que el cuerpo aguante. Otra de las razones de la impopularidad del golf tiene qué ver con los perjuicios ocasionados por la construcción de los campos y su mantenimiento, sobre todo por el agua que consumen. Sin embargo, para zonas como Castilla, estas acusaciones tienen poco fundamento. El agua necesaria para el riego puede obtenerse perfectamente de la que se recicla en las cada vez más abundantes depuradoras, posiblemente a bajo coste y con una inversión mínima. Lugares para una posible ubicación no faltan: terrenos de escaso o nulo rendimiento agrícola, o simplemente yermos convertidos a veces en vertedero,s incontrolados, son los espacios más adecuados. La masiva planificación de todo tipo de árboles y arbustos, autóctonos en mi opinión, supondría una actuación ecológicamente positiva en un medio tan maltratado.Se dice que su práctica es cara, sólo al alcance de unos pocos. Y aquí también hay que matizar la. respuesta. En primer lugar, dejemos señalado que el equipo necesario puede adquirirse por 40.000 o 50.000 pesetas. No hace falta recordar al lector los gastos que ocasionan otros deportes más comunes entre nosotros: ciclismo, tenis... Ahora bien, el verdadero problema hay que situarlo en el acceso a los campos de golf.

Por desgracia, al no existir campos de gestión pública -Santander es un municipio que mantiene un campo público con tarifas francamente económicas-, el aficionado está obligado a pagar 3.000 pesetas más cada vez que desea jugar, bien a optar por la modalidad de abonarse a un club privado pagando la cuota correspondiente que, por poner un ejemplo, puede oscilar entre las 4.000 y 8.000 pesetas al mes en Valdeláguila (Villalbilla) y la Herrería (El Escorial), respectivamente.

Natura-Imente, una iniciativa auspiciada por la Administración pública en este sentido acarrearía beneficios, y no sólo de carácter deportivo, para todos los aficionados. Además, facilitaría el acceso a este deporte a aquellos quedesean hacerlo pero aún lo perciben como una lejana posibilidad.-José Díaz Peña.

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