El 68% de los españoles, pesimista ante la crisis

La inmensa mayoría de los ciudadanos considera que la situación económica nacional es mala o muy mala (68%), mientras que sólo uno de cada 10 cree que es buena, y para el resto es regular, según la encuesta relizada por Demoscopia para EL PAÍS. Sin embargo, una vez pasadas las elecciones, la tensión política se ha relajado, y uno de cada cuatro ciudadanos piensa ahora que la situación política es buena. El hecho de que no haya una mayoría absoluta no resulta negativo, y son mayoría los que creen que se van a producir cambios en la vida política española. Para un 55% de los españoles, gobernar con pactos es positivo. En cuanto a los líderes políticos, Felipe González recupera la cuota de popularidad que tenía en 1991, y también mejoran su imagen José María Aznar y Julio Anguita.

La opinión crítica sobre la situación económica es mucho más frecuente entre los votantes del PP (86%) que entre los del PSOE (56%). La valoración colectiva de la coyuntura económica nacional no ha cambiado a lo largo de los últimos meses y sigue siendo muy negativa.En cuanto a la situación de las economías familiares, el estado de opinión ha cambiado un poco a lo largo del trimestre de primavera. Aunque sólo para una minoría ha mejorado (8%), disminuye la proporción de aquéllos a quienes les ha ido peor (33% frente al 40% en marzo). Haatimentado el sector sin incidencias negativas (para un 58% la situación no tia cambiado frente al 52% que así se pronunciaba al inicio de la primavera). Quienesdicen haber empeorado se encuentran con mayor frecuencia en Cataluña (40%) que en N4drid (34%) o el resto de España (33%); y también entre los votantes de IU (49%) y del PP (45 o con mayor frecuencia que entre los del PSOE (22%).

Coyuntura política

Pasadas las elecciones, se ha relajado la tensión política previa: uno de cada cuatro ciudadanos considera que la situación política es buena (20% frente al 12% en marzo). No obstante, para una mayoría del 47% de los españoles, la situación política nacional sigue siendo mala. Esta opinión crítica se da con mayor frecuencia entre los votantes del PP (71%) e IU (59%) que entre los del PSOE (26%) y CiU (33%).

En la valoración de los líderes políticos se registra una mejora significativa para Felipe González, que regresa a las cotas que tenía en 1991, con un 5,6 en la escala de cero a diez. También mejoran José María Aznar (4,4 frente a 3,9 en marzo) y Julio Anguita (4,6 frente a 4,1 en marzo). Los demás líderes no ven alterada la puntuación que obtenían antes de las elecciones.

En la distribución de los apoyos políticos no se registran cambios respecto del resultado electoral más allá de lo que suele ser habitual en una estadística poselectoral: una cierta proporción de ciudadanos reclama haber votado al ganador por encima de los que realmente lo votaron y lo contrario sucede con el perdedor. En este caso, hay aproximadamente cuatro puntos por encima del voto PSOE y por debajo del voto PP (teniendo en cuenta que estos datos vienen, expresados sobre censo y no sobre voto válido) tanto en el indicador de recuerdo de voto como en el de intención con vistas a otras hipotéticas elecciones.

Para los demás partidos se registran niveles de apoyo político similares al resultado electoral. Por otra parte, el nivel de abstención registrado en el recuerdo así como en la intención de voto, coincide casi milimétricamente con la abstención que hubo el 6 de junio (22,3%).