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Una pareja china desvalija el local que alquiló y deja una deuda de tres millones

Francisco Peregil

Martín Garrido, un conocido hostelero de Coslada (73.000 habitantes), alquiló un local hace tres años a un matrimonio chino. La pareja convirtió el lugar en un restaurante, el Chinatown, y se lo traspasó el verano pasado a otros familiares chinos. Hace una semana, Garrido le confesó al jefe de la Policía Local de Coslada que sus inquilinos le debían 2,6 millones, de pesetas. El martes pasado descubrió que no sólo se fueron sin pagarle, sino que se llevaron neveras, sillas, mesas y lavabos. además, dejaron desparramadas decenas de kilos de hortalizas, frutas y pollos.

Cuando Garrido contrató su local de forma indefinida a Kni Hsing Ni y Li Ping Chang confiaba en que el negocio fuera sobre ruedas. El matrimonio es propietario del Chi-Zhi-Ju, un restaurante en el número 55 de la calle del Capitán Haya, en Madrid. Hace un año, la pareja quiso traspasar el negocio a unos parientes. "Me debían entonces nueve mensualidades, y al ceder el negocio me las pagaron. Supongo que se las cobrarían a estos nuevos que llegaron", explica Garrido.Cuando los agentes de la Policía Local hablaron, días pasados, con los primeros arrendatarios, éstos aseguraron desconocer el nombre de los compatriotas que continuaron el negocio. Y añadieron que a ellos les habían dejado unos dos millones de pesetas en deudas por gastos de luz, teléfono y otros objetos del restaurante que fue necesario comprar.

El dueño del local sólo sabía que a él los nuevos arrendatarios no le pagaban desde hacía nueve meses. Las mensualidades, con IVA incluido, alcanzaban las 280.000 pesetas. Hace varias semanas, Garrido acudió a reclamar su dinero. "Era desesperante porque no me decían que estaban apretados, que intentarían pagar dentro de un mes o dos, sino que no tenían dinero. De esa frase no había quien los sacara".

El pasado martes, el matrimonio, que tenía un bebé nacido en España, se llevó los grifos, las mesas y las sillas, las cámaras frigoríficas..., dejando la puerta abierta. Los vecinos del local denunciaron "el olor nauseabundo" a la Policía Local. Los agentes localizaron a Martín Garrido, que no tenía idea alguna de lo sucedido.

Unos cuantos empleados de una empresa especializada en desinfección emplearon ayer varias horas en limpiar las habitaciones.

Los primeros arrendatarios creen que los otros se han marchado a su país por la mala marcha del negocio.

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La crisis entre los locales chinos de Coslada se agrava por momentos. Otro restaurante inaugurado este verano ha decidido rechazar el permiso que le concedieron para instalar una terraza de verano porque, según reconocieron sus responsables, no podían afrontar la tarifa.

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Sobre la firma

Francisco Peregil
Redactor de la sección Internacional. Comenzó en El País en 1989 y ha desempeñado coberturas en países como Venezuela, Haití, Libia, Irak y Afganistán. Ha sido corresponsal en Buenos Aires para Sudamérica y corresponsal para el Magreb. Es autor de las novelas 'Era tan bella', –mención especial del jurado del Premio Nadal en 2000– y 'Manuela'.

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