Comisiones acepta acortar los trámites de los despidos y UGT pone trabas a iniciar el diálogo

Los dos sindicatos mayoritarios ofrecieron ayer una dispar posición de partida con vistas a la negociación del pacto social. El secretario general de Comisiones, Antonio Gutiérrez, destacó la gravedad de la crisis y la conveniencia de un pacto, para añadir que asumirían "una flexibilidad bien entendida" del mercado de trabajo que incluiría acortar los plazos en los expedientes de regulación de empleo. El secretario de acción sindical de UGT, Apolinar Rodríguez, mientras, destacó que "no se puede salir de la crisis con medidas de ajuste" y dejó claro que "no se podrán iniciar las negociaciones hasta después del 30 de septiembre" para ver si los presupuestos "ofrecen garantías de reactivación".

La unidad de acción que los dos sindicatos mayoritarios piensan desarrollar en las próximas negociaciones del pacto social se topó ayer en El Escorial con dos discursos divergentes por parte de Antonio Gutiérrez y Apolinar Rodríguez.El líder de CC OO inició su intervención -en un curso organizado por la Asociación de Periodistas de Información Económica- con una afirmación tajante: "Estamos en una profunda recesión, donde la salida se ve cada vez más lejos y difícil". Por ello, dijo, "todo nos induce a negociar y ojalá lleguemos a un buen acuerdo".

Tal acuerdo debería incluir, según Gutiérrez, el "mantenimiento de la autorización administrativa previa en los despidos colectivos", pero con una importante salvedad. CC OO está "dispuesta a negociar el acortamiento de los plazos de tramitación de los expedientes de regulación de empleo"; un punto "crucial", según Gutiérrez, que encarece el coste de los despidos.

Como ejemplo a seguir en este hipotético recorte, el sindicalista mencionó el reciente acuerdo entre los sindicatos y el Instituto Nacional de Industria (INI), donde las empresas públicas garantizarán a las centrales puntual información sobre su situación económica. De otra forma, CC OO dejó caer ayer la posibilidad de recortar los plazos de tramitación de despidos a cambio de más información a los trabajadores sobre la marcha de las empresas.

El secretario de acción sindical de UGT, Apolinar Rodríguez, en cambio, achacó la crisis a una política económica de ajuste -y, por tanto, "equivocada"-, y predijo una salida de ella si "se ponen en marcha medidas de reactivación económica".

Al hablar del pacto, recordó que UGT "no pone condiciones previas", para afirmar después que "la ley de huelga, la ley de salud laboral, la restitución de la cláusula de revisión y el pacto de pensiones deben garantizarse antes de iniciar la negociación del pacto". A su juicio, todos son acuerdos que el nuevo Gobierno debe garantizar tal y como quedaron la pasada legislatura.

Además, según Rodríguez, las negociaciones del pacto "no podrán iniciarse hasta después del 30 de septiembre". Ésa es la fecha tope que el Gobierno tiene para enviar a las Cortes el proyecto de ley de presupuestos para 1994. El representante de UGT sentenció que "Ios presupuestos no pueden ser los del ajuste sino los de la reactivación"; añadió que esa ley "favorecerá un cambio de clima" que permita "recobrar la confianza perdida" en el Gobierno de Felipe González por "anteriores incumplimientos".

Con esta afirmación, Rodríguez ofreció un ejemplo de algo que hay que evitar a juicio del presidente del Consejo Económico y Social (CES), Federico Durán. Según este experto en relaciones laborales, cuando falta la confianza, los sindicatos tienen la tentación de actuar bajo la premisa de "coge el dinero y corre".

Las trabas a la negociación del pactó que adelantó ayer el representante de UGT chocan de plano con la urgencia que tiene la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE). Según su secretario general, Juan Jiménez Aguilar, "Ias negociaciones del pacto y la adopción de medidas no pueden esperar a la elaboración de los presupuestos". A su juicio, "hay que actuar con rapidez porque en enero es posible que muchos estemos en la cuneta".

El dirigente de la patronal CEOE destacó que "Ia crisis no es coyuntural, sino estructural", se mostró "preocupado por la deslocalización de empresas en España" y sentenció que la mejor forma de garantizar el gasto social es "mejorar la relación entre activos y pasivos", es decir, crear empleo.