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Clinton nombra jefe del FBI a Louis Freeh, "una leyenda" de la lucha contra el crimen

Antonio Caño

Al despedir a William Sessions, Bill Clinton consiguió un récord que le permitirá ya formar parte de la historia de este país: es el primer presidente de Estados Unidos que logra destituir a un director de la poderosa, independiente y temida Oficina Federal de Investigación, más conocida por sus míticas siglas, FBI. Para dirigir ese organismo en su nueva etapa, Clinton propuso ayer al prestigioso juez de Nueva York Louis Frech, uno de esos titanes en la guerra contra el crimen a quien el propio presidente calificó en su presentación como "una leyenda en la defensa de la ley".

"Es experimentado y enérgico. Será al mismo tiempo bueno y duro, bueno para el FBI y duro con los delicuentes", prometió Clinton al anunciar el nombre de quien, una vez que salve el calvario de la confirmación del Congreso, se convertirá en el nuevo jefe del servicio de investigación más grande y tecnológicamente desarrollado del mundo. Freeh prometió que, si es confirmado, hará que "el FBI no tenga más guía que el cumplimiento de la ley y más objetivo que la protección de los ciudadanos contra el crimen y la violencia".El juez Freeh fue antes fiscal de distrito en Nueva York y agente del FBI desde 1976. Durante esa etapa estuvo al frente de¡ equipo de investigadores que desarticuló hace 10 anos una poderosa banda de traficantes de drogas, una operación que se hizo famosa como la pizza connection.

En la presentación de su candidato -tan sólo 24 horas después de destituir a Sessions, para no dejar espacio a las especulaciones que tanto le perjudicaron en otros nombramientos-, Bill Clinton dijo que, con Freeh, el FBI debe iniciar "una nueva época de modernización y de apertura a las minorías y a las mujeres".

Freeh, de 43 años, ha dedicado la mayor parte de su vida a la lucha en las calles contra la delicuencia y tiene fama de ser un hombre de línea dura contra el crimen y un honesto servidor público. Nacido en Jersey City, precisamente el lugar en el que el FBI investiga hoy una supuesta red de terrorismo islámico, casado y con cuatro hijos, Freeh es descrito como "la persona mejor cualificada en EEUU para dirigir el FBI", por Rudolph Guiliani, su antiguo jefe y colaborador en la campaña que ambos dirigieron contra el llamado crimen de cuello blanco.

Con este nombramiento, Clinton pretende dar por cerrado otro de los episodios que han afectado a su presidencia en los seis primeros meses. Desde que llegó a la Casa Blanca, donde se encontró con un expediente que decía que William Sessions estaba comprometido en casos de uso de dinero público para beneficio personal, Clinton hizo llegar al director del FBI su deseo de que renunciase al cargo.

Razonablemente apoyado en una tradición que garantizaba que su puesto está por encima de los poderes del presidente, Sessions desafió a Clinton y se negó a dimitir. La última advertencia a Sessions le llegó el fin de semana. La fiscal general, Janet Reno, le comunicó que si no dimitía, el presidente estaba dispuesto a destituirle. Hecho que sucedió el lunes.

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