Bono pide la incompatibilidad absoluta de los diputados
El comité regional del PSOE de Castilla-La Mancha aprobó anoche una resolución por la que se propone la incompatibilidad absoluta entre el cargo de diputado o senador nacional y el ejercicio profesional de otra actividad privada. Esta propuesta será trasladada por el secretario general de esa región y presidente de la comunidad, José Bono, al presidente del Gobierno, Felipe González, y al presidente del Grupo Parlamentario Socialista, Carlos Solchaga.Los socialistas de esta región no ocultan que su resolución tiene que ver con la relación como abogado de José María Mohedano, secretario general del grupo socialista, con la empresa New Techno.
José Bono terció ayer con tono conciliador en la polémica entre guerristas y renovadores. "El progreso que el PSOE representa para la mayoría de los ciudadanos vale más que todos los renovadores y guerristas juntos y, por consiguiente, espero que el sentido común se adueñe de la situación y sigamos trabajando por los ciudadanos en lugar de dedicamos a intrigas entre profesionales de la política", manifestó Bono.
En la misma línea, el secretario general de los socialistas vizcaínos, Nicolás Redondo Terreros, mostró su confianza en que pronto "afloren las ideas". "En Vizcaya no nos verán debatiendo sobre personas", advirtió.
Aceptar a los discrepantes
El ministro para las Administraciones Públicas, Jerónimo Saavedra, señaló que "el espíritu de renovación exige la aceptación de los discrepantes" y coincidió con el secretario general, Felipe González, en que el congreso de los socialistas debe realizarse sin prisas, es decir, el próximo año.
El ministro de Agricultura, Vicente Albero, hizo abstracción del enfrentamiento entre sectores y consideró saludable que en el partido socialista se debata intensamente "ante los profundos cambios sociales que se registran en el mundo". Es más; Albero mostró su extrañeza por que en el resto de los partidos no exista ese debate.
Por el contrario, el secretario general del PSOE de Badajoz, Francisco Fuentes, de adscripción guerrista, consideró que de las declaraciones de compañeros renovadores sólo se deduce "el deseo de que desaparezca Alfonso Guerra", aunque reconoció que sus correligionarios extremeños adscritos a la renovación proponen "cuestiones muy lógicas".
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