Serra sentencia que en el PSOE no sobra nadie

"En el PSOE no sobra nadie; al contrario, faltan muchos que hoy están fuera". El vicepresidente del Gobierno, Narcís Serra, remató así ayer en Barcelona el vendaval de críticas que había levantado en las propias filas renovadoras del PSOE la embestida de Joaquín Leguina, presidente de la Comunidad de Madrid, y los radicales de la Federación Socialista Madrileña contra el guerrismo. Narcís Serra advirtió de nuevo contra "las provocaciones" y reiteró que las etiquetas y los nominalismos son enemigos de un debate sereno sobre la renovación del proyecto socialista.

El vicepresidente afirmó que el cambio sobre el cambio preconizado por Felipe González "debe anclarse en los principios éticos", y admitió que la mayoría absoluta de la que gozaron los socialistas durante más de 10 años contribuyó a que el partido se convirtiera en un organismo cerrado a la sociedad.Los principales dirigentes socialistas que asistieron ayer y anteayer en Barcelona a las jornadas sobre El cambio sobre el cambio organizadas por el PSC coincidieron en que la renovación del socialismo español debe realizarse con voluntad integradora y no excluyente.

El primer secretario del PSC, Raimon Obiols, lamentó la inveterada tendencia de la izquierda a enzarzarse en "luchas cainitas". El alcalde de Barcelona, Pasqual Maragall, aseguró que Alfonso Guerra cuenta con el respeto de la gran mayoría del PSOE y se mostró convencido de que "seguirá jugando un papel importante y significativo en la política española".

Maragall apuntó que Leguina nunca se ha ceñido demasiado al mensaje colectivo del partido, aunque también rompió una lanza en su favor: "Leguina siempre ha ido por libre, incluso a contracorriente, pero tiene el valor de expresar criterios propios".

"Chulería inadmisible"

El secretario de cultura del PSOE, Salvador Clotas, uno de los dos únicos guerristas que participaron en las jornadas del PSC, calificó de "chulería inadmisible" la embestida de Leguina contra el guerrismo y apostó por la continuidad de Guerra en la vicesecretaría general del PSOE.Como si hubiese decidido responder ayer a los guerristas que niegan que los renovadores tengan un proyecto político concreto, Narcís Serra dedicó la mayor parte de su intervención de clausura de las jornadas a explicar cómo entiende él que debe ser la renovación del proyecto socialista. El vicepresidente admitió que no dispone de un modelo absolutamente definido, pero destacó que "más importante que marcarse un objetivo inamovible es anclar la actuación política en los principios éticos". Para Serra, el cambio sobre el cambio pasa por entender que la democracia no es un fin en sí mismo, sino un medio para solucionar los problemas de la sociedad y avanzar hacia la maduración de ésta.

El número dos del Gobierno afirmó que la etapa política que España inicia ahora debe estar residida por tres valores: la solidaridad, la austeridad y el esfuerzo colectivo para salir de la crisis. Abogó por la lucha contra el "individualismo egoísta" y contra el fraude (tanto por escat¡mar contribución como por abusar de las prestaciones), y apuntó que la crisis económica ayudará a la sociedad a comba tir el culto al vellocino de oro. "No hay que admirar a los que se enriquecen , sino a los que crean riqueza", afirmó.

Serra reconoció que los socialistas han comunicado "poco y tarde" con la sociedad, circunstancia que en su opinión fue fomentada por gobernar con mayoría absoluta durante más de 10 años, y reclamó "una función pedagógica y no sólo gestora" para la política.

Gestión y transformación

A renglón seguido, Raimon Obiols puntualizó la última afirmación de Serra al reclamar más funciones que las citadas por el vicepresidente para el modelo de partido político que persigue la renovación socialista. "El partido no debe ser únicamente un instrumento de gestión, sino también de reforma y transformación de la sociedad", dijo Obiols.El líder del PSC reiteró su convicción de que "hay que limpiar a fondo la casa socialista" y de que el rigor moral es más importante para la izquierda que para la derecha. "La corrupción del mejor es lo peor", dijo parafraseando al intelectual socialista belga Víctor Serge.

Obiols previno a los cuadros de su partido contra "el contagio del neoliberalismo" y recordó que el electorado socialista ha optado por los valores de la izquierda. Hizo votos por la renovación pero defendió al mismo tiempo el pasado. "Romper con nuestra tradición sería como el gesto idiota de un suicida", dijo, y apostilló: "O como el gesto suicida de un idiota".

El seminario del PSC concluyó que la regeneración de la política española requiere una disminución de las prebendas del poder y de sus signos, así como la limitación del mandato de los cargos públicos, la celebración de elecciones primarias en los partidos para designar a sus candidatos electorales, la elección directa en las municipales y la conversión del Senado en una auténtica cámara territorial, reformando la Constitución si es necesario.