Los croatas expulsan a 12.000 musulmanes de Mostar
Las fuerzas croatas de Bosnia han expulsado en los últimos días a unos 12.000 civiles musulmanes de la ciudad de Mostar, capital de Herzegovina; han obligado a mujeres y niños a cruzar las líneas del frente infestadas de francotiradores, y han encarcelado a los hombres en edad militar, informaron ayer fuentes de la ONU. Los civiles han sido expulsados por la fuerza en las incursiones nocturnas de las milicias croatas en Mostar, añadieron las mismas fuentes."Las fuerzas del Consejo de Defensa Croata (HVO) están culminando la limpieza étnica en Mostar. Han prohibido la entrada en la ciudad a todas las misiones extranjeras de ayuda humanitaria para proseguir con sus crímenes", manifestó un portavoz de la ONU, que pidió mantener el anonimato. La información difundida por Naciones Unidas procede de civiles croatas que se oponen a las expulsiones y de un testigo que visitó el mayor campo de detención en las afueras de Mostar. Mujeres, niños y ancianos están siendo expulsados y obligados de manera extremadamente violenta a cruzar a pie el puente sobre el Neretva, en primera línea del frente.
Los combates entre fuerzas croatas y musulmanas proseguían ayer, por segundo día consecutivo, en el sur de la ciudad. El portavoz del HVO aseguró que los musulmanes, que lanzaron una ofensiva para apoderarse de la estratégica meseta de Dubrava, "están rodeados y están al borde de la derrota o la rendición".
En la región de Maglaj, al norte de Bosnia central, unos 2.000 soldados del ejército bosnio (musulmán) han sido capturados por las fuerzas croatas y serbias que actúan coordinadamente en esta zona. Los reveses militares de las tropas leales al Gobierno de Sarajevo no acaban aquí. El enclave de Gorazde, en Bosnia oriental, declarado zona de seguridad por la ONU, está en "una situación sin salida" tras la captura de la aldea de Trnovo (a unos 30 kilómetros al este de Sarajevo) por las fuerzas serbias. El jefe militar de los rebeldes serbios de Bosnia, Ratko MIadic, aseguró que las fuerzas bosnias no tienen ahora ninguna posibilidad de romper el cerco en torno a Gorazde, ya que sus fuerzas en esta ciudad han perdido todo contacto con las unidades musulmanas en el monte Igman (al sur de Sarajevo). "Iremos más lejos, pero la orden es hacerlo lentamente, con inteligencia y paciencia", manifestó MIadic.
Por otra parte, los 16 embajadores de la OTAN acordaron ayer en Bruselas que aviones de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, Francia, Reino Unido y Holanda inicien a partir de la semana próxima la protección de las fuerzas de la ONU en Bosnia, incluidas las que se encuentran en las denominadas "zonas de seguridad". La nueva misión podría comenzar el 22 de julio y en ella participarán unos 60 aviones de combate.
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