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Entrevista:

"La television se ha convertido en un enemigo terrible de la familia"

José Sámano

Ha resistido 21 años en pantalla con el mismo producto: Un, dos, tres... El pasado viernes se despidió por enésima vez, pero el maratoniano Narciso Ibáñez Serrador, Chicho, regresará a finales de año consu añejo concurso. Se hace el remolón, "pero las necesidades económicas de TVE...". La televisión ha sido su alimento durante 30aflos. Ahora es su tormento: "El televisor se ha convertido en ian 'enemigo terrible' de la familia". Preocupado por la "chabacanería" y el "chorreo de sangre" que abunda, pide machaconamente un código ético efectivo. Incluso, le ha comentado al Rey sus temores.Pregunta. ¿Por qué le asusta la televisión actual?

Respuesta. A quien más atención le presto es al niño. Está embobado por la televisión. Le hace más caso que a sus maestros y a sus padres. Si lo que sale es deformante, el niño se deforma.

P. ¿Cuáles son los síntomas de esa defórmación?R. Recuerdo en Argentina a gente de mi edad interesada por la pintura y la música, con un vocabulario bastante rico. Volví hace poco y noté un cambio extraño: mu¿ho menos interés por el libro y la cultura, y un idioma peor utilizado. Busqué a tres sociólogos de prestigio y les pregunté: %He cambiado yo, el país, o todo es culpa de la tele?". "No le quepa lamenor duda, es la televisión" me respondieron.

P. ¿Es un fenómeno exclusivamente argentino?

R. Yo me temo que en España ocurra esto, pero es un proceso tan lento que no se nota. Estoy seguro de que un niño que ha crecido con una televisión formal, que: informe y entretenga, a los 25 años es muy diferente que ese otro que ha crecido con una vulgar, chabacana, grosera y de mal gusto. No digo que todos los programas tengan que ser culturales, pero se puede entretener sin deformar. Pero no me preocupa usted, ni me preocupo yo, me preocupa mi hijo. Es fundamental crear un código ético.

P. ¿En qué términos?

R. Dudo que alguna formación política se oponga a crear un código que sirva de colador. El, que diga que es censura, ¡que se vaya a hacer puñetas! El libro, la prensa, el teatro no pueden ser censurados de ninguna manera. Un niño de seis años no va al teatro ni lee EL PAÍS. Pero sí ve la televisión. ¿Qué pasa con ese niño que crece ante el normal espectáculo de la violencia? Entonces, el televisor se convierte en un terrible enernigo de la familia.

P. ¿Se ha convertido ya?

R. Yo creo que sí. Lo digo con la terrible seguridad de que alguien diriá que exagero, o que cómo lo digo yo, que siempre he hecho cosas gilipollas. Rebato el siempre porque no ha sido siempre. Procuro llegar al borde de lo popular, donde dos pasos más allá está lo populachero.

P. ¿Algún modelo referente?

R. González siempre dice que le gusta lo inglés, pues, cono, coja usted el modelo inglés de televisión y aplíquelo: informativos, grandes documentales, debates interesantes y buen cine.. La publicidad no bajará, siempre estará en los programas con más audiencia. Hagamos que éstos sean los más interesantes.

P. Pero el público no decide.

R. Las audiencias las hace el público. Pero hay que educarlo. No hay que darle opciones que deformen. Si ve un telediario en Londres por la mañana y aquí por la tarde, comprobará que el texto de las noticias internacionales es el mismo, pero las imágenes no. En Gran Bretaña, el plano del niño reventado o el del tiro en la nuca los han quitado. ¿Qué pasa por el cerebro de un niño que ve a, dos pequeños bosnios reventados por un obús? No hablo de amordazar la información. Digo: 15 muertos en Bosnia, ¿hay necesidad de verlos? Ustedes, los medios que tienen la opinión, deben crear un movimiento. He hablado de ello con altas instituciones.

P. ¿Con qué instituciones?R. Con el Rey. Le he comentado mi preocupación, pero quien tiene que actuar es el Congreso. Por favor, plagiemos el modelo inglés, no tenemos que inventarnos nada. Fíjese lo que ha pasado en Estados Unidos, que han empezado a decir ay, ay, ay con las series violentas. 0 el revuelo que se ha armado en Francia por los reality shows.Aquí estamos tan campantes.

P. Un, dos, tres... ha tenido que invadirse de publicidad.

R. Habla de otra cosa.

P. Sí, de consumo infantil.

R. Me preocupa más el impacto contra el gusto que el impacto proconsumista. La publicidad no se puede evitar, la televisión tiene que vivir de algo.

P. ¿No se puede evitar que se cuele en sus contenidos?

R. En algunos programas., sí. Otros están casi hechos para la publicidad. Yo aplaudo Farmacia de guardia, una serie digna con audiencias superaceptables. Me da una esperanza.

P. ¿ Un, dos, tres... ha dicho adiós para siempre?

R. Televisión Española insiste en seguir, como siempre. Y ahora que tiene problemas económicos... Está demostrado que Un, dos, tres... tiene un ritmo de seis meses sí y seis meses no. No se debe forzar. Pero si vuelve, no antes de noviembre, será con una limpieza de bajos y pintura.

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Sobre la firma

José Sámano
Licenciado en Periodismo, se incorporó a EL PAÍS en 1990, diario en el que ha trabajado durante 25 años en la sección de Deportes, de la que fue Redactor Jefe entre 2006-2014 y 2018-2022. Ha cubierto seis Eurocopas, cuatro Mundiales y dos Juegos Olímpicos.

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