_
_
_
_

Chaves pacta con los guerristas una tregua en el PSOE andaluz

Lourdes Lucio

La ejecutiva del PSOE de Andalucía y el presidente regional, Manuel Chaves, han pactado una tregua en el revuelto socialismo andaluz hasta finales de septiembre. Para ello han convenido la celebración de una macroconferencia con la participación de todos los miembros de los ocho comités provinciales. Con esta iniciativa, la ejecutiva y Chaves pretenden lentificar la formación de una nueva mayoría en esta comunidad al margen de los órganos ejecutivos. Los críticos, por su parte, empiezan a impacientarse ante la "excesiva prudencia" que está demostrando el presidente andaluz.

Manuel Chaves ha contestado negativamente a la propuesta de su antecesor en el cargo, José Rodríguez de la Borbolla, para que coordine una nueva mayoría en el PSOE regional. El secretario de los socialistas andaluces, (Carlos Sanjuán, y Chaves acordaron el martes pasado proponer al comité director -el máximo órgano entre congresos-, que se celebrará el sábado, la convocatoria de una conferencia regional para debatir sobre la renovación del partido.En este encuentro, que se desarrollará a finales de septiembre o principios de octubre, y al que asistirán unas 2.000 personas, no se hablará del cambio de dirigentes, debate que "naturalmente", según manifestó Carlos Sanjuán, se aplazará hasta el próximo congreso regional.

Ambos dirigentes están de acuerdo en que debe ser la ejecutiva regional la que protagonice el. viraje de la poderosa federación andaluza (que representa un 25% en el conjunto de la militancia nacional) hacia posturas más abiertas y renovadoras.

Ausencia de decisiones

La actitud de Manuel Chaves, sin embargo, no ha contentado a los críticos o renovadores, divididos en numerosos y pequeños grupos sin ninguna coordinación y aún temerosos del poder del número dos del PSOE, Alfonso Guerra. El guante lanzado a Chaves por Rodríguez de la Borbolla, quien el martes le instó públicamente a definirse, ha caído en saco roto y no ha logrado sacar al presidente andaluz del quietismo que le caracteriza. "El temperamento de Chaves es el de no querer tomar decisiones, y esa actitud de estar por encima del bien y del mal es imposible mantenerla cuando llega el momento. Y en Andalucía ya ha llegado el mo rnento", manifestó ayer un descatado dirigente del sector renovador.

La tregua política entre Manuel Chaves y Carlos Sanjuán da un respiro hasta después del verano a la ejecutiva andaluza y paraliza cualquier intento de modificar la actual dirección, ya que éste no contaría con el visto bueno del presidente andaluz.

Los renovadores quedaron ayer algo descolocados con la maniobra de Manuel Chaves, ya que tenían previsto agrupar sus fuerzas en torno al presidente de la comunidad andaluza en el próximo comité director.

Ni siquiera la irrupción de Rodríguez de la Borbolla en el debate, como abanderado de las ideas renovadoras, ha contentado a la mayoría de los sectores críticos, diversos y plurales, pero que coinciden en señalar a Manuel Chaves como la única persona capaz de liderar una nueva mayoría.

Este pacto propició ayer las críticas de Carlos Sanjuán -quien reconoció sentirse "un poquito menos respaldado que hace un año"- contra los que cuestionan la capacidad de la ejecutiva regional para impulsar la renovación.

El secretario de los socialistas de Andalucía fue especialmente duro con Rodríguez de la Borbolla: "Cuanto más ex es uno, más se le nota en sus declaraciones. Y, desde este punto de vista, se le nota mucho al ex secretario general del PSOE andaluz y ex presidente de la Junta de Andalucía, que parece ser que ahora encabeza el sector renovador".

Guerra, un hombre clave

Carlos Sanjuán renovó sus votos por el vicesecretario general del partido, Alfonso Guerra, de quien dijo que "va a seguir siendo una persona absolutamente clave e importante en el partido socialista".

El secretario regional del PSOE distinguió entre los renovadores que propugnan un debate sobre las ideas -citó al ministro de Educación Alfredo Pérez Rubalcaba y al titular de Asuntos Exteriores, Javier Solana- y los que creen que el cambio "consiste en quitar a Alfonso Guerra". A estos últimos los acusó de "manosear" los nombres de Felipe González y Alfonso Guerra, y de intentar desnaturalizar el proyecto hasta el punto de correr el riesgo de provocar la desaparición del partido socialista.

No menos ácido fue con las últimas deserciones en las filas del sector guerrista y, especialmente, con la del presidente de la Diputación de Sevilla, Miguel Ángel Pino, quien hasta el lunes pasado era un fiel y destacado seguidor del número dos, Alfonso Guerra.

Miguel Ángel Pino intentó zafarse de la etiqueta de guerrista con unas declaraciones en las que afirmaba que "el papel determinante" de Felipe González "no es equiparable al de ningún otro miembro del partido". Sanjuán, en tono jocoso, comentó: "Respeto el derecho de todo el mundo a cambiar de pensamiento y criterio, pero hay que hacerlo con una cierta estética".

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_