Uno de los acusados de la Operación Tajo provoca la segunda suspensión del juicio

La supuesta enfermedad de uno de los siete acusados de pertenecer a una banda de narcotraficantes desarticulada en Alhama de Granada en junio de 1990, en la denominada Operación Tajo, determinó ayer la suspensión por segunda vez del juicio en la Audiencia granadina. Ante las dudas sobre el mal que aqueja a Anadia Nouredine -hospitalizado en un centro sanitario barcelonés cuyo nombre ignora su propio abogado-, el tribunal acordó que, una vez conocido el paradero del acusado, sea reconocido por el forense para comprobar si una enfermedad le impidió asistir a la vista.

La huida a Suecia de una de las mujeres relacionadas con la presunta red de narcotraficantes determinó el pasado mes de marzo el primer aplazamiento del juicio, hasta que fuera declarada en rebeldía. El nuevo aplazamiento, hasta el 2 de noviembre próximo, se suma a los numerosos incidentes y anomalías que han rodeado a este proceso, en el que comparece como acusado el abogado de la Diputación de Jaén Ramón Porras, y al que fue vinculado el entonces magistrado de la propia Audiencia José Cáliz Covaleda.Anadia Nouredine fue ingresado hace días en un hospital de Barcelona, ciudad en donde le sorprendió la enfermedad durante un viaje, y luego fue trasladado a otro, cuyas señas se desconocen.

El abogado Ramón Porras admitió ayer que algunos de los restantes acusados pudieron haber cometido delitos contra la salud pública y de receptación, pero negó que pertenecieran a una banda internacional de tráfico de droga ya que entonces la competencia hubiera recaído sobre la Audiencia Nacional.

Conexiones internacionales

"No hay en el sumario apoyatura alguna para suponer que haya conexiones de los acusados con Marruecos y Líbano", dijo. Porras reiteré ayer que su única relación con tres de los acusados fue profesional, proclamó su inocencia y añadió que la aparición del nombre del magistrado José Cáliz y el suyo propio "han sobredimensionado el caso, que estoy seguro que la sala pondrá en sus justos términos".Porras evitó comentar la, a su juicio, anómala instrucción del procedimiento llevada a cabo por una juez de Loja. La Guardia Civil encontró en poder de algunos detenidos droga, objetos robados y armas.

De los siete acusados, sólo permanecen en prisión dos: Eduardo Correa, para quien el fiscal solicita cerca de 40 años de cárcel, y Toufik Habishatchi. Correa, como hizo en otra ocasión, habló a gritos con los periodistas mientras era conducido esposado a la sala.

"Llevo tres años en la cárcel y no me importa pasar otros 10 hasta que esto se aclare. Quiero que salga a la luz la corrupción que hay en la cárcel de Granada, en donde me tratan peor que a un etarra". Si en su anterior comparecencia mostró ostentosamente un ejemplar de la Constitución, esta vez blandía una edición de bolsillo de una obra de Nietzsche