Pobres registros en los Campeonatos de España

El atletismo español ratificó ayer en los campeonatos nacionales la crisis abierta tras la Copa de Europa de Roma, competición en la que descendieron a la categoría de plata continental. Las marcas fueron pobres, con la excepción del récord nacional conseguido por el junior Manuel Martínez en lanzamiento de peso, con 18.82 metros, distancia que le permite acceder al próximo Mundial de Stuttgart.Fermín Cacho, el campeón olímpico, la gran esperanza española, se impuso ayer sábado en la final de 1.500 metros lisos con un discretísimo tiempo de 3.46.24 minutos, a poco más de un cuarto de minuto del récord nacional que José Luis González consiguiera en el verano de 1985 en Niza (Francia). De Cacho se esperaba que levantara la modorra de este campeonato, pero el campeón olímpico se limitó a tramitar su victoria en una carrera táctica, acorde con la mayoría de las disputadas ayer.

Sandra Myers, el último aliciente de estos campeonatos absolutos, ganó su serie clasificatoria para la final de 400 metros lisos que se disputarán hoy domingo. Se impuso con autoridad con un discreto tiempo de 55.49 segundos. La final de los 400 metros femeninos, donde estará Myers, está programada para las 19.55 de hoy.

Otra nota destacable en medio de la apatía general fue el buen concurso de salto de longitud, donde Ángel Hernández batalló con el incombustible Antonio Corgos sobre la barrera de los ocho metros. Hernández, uno de los atletas españoles que parecen en mejor forma, se impuso con 8,10 metros, una marca estimable en Europa, aunque lejana de los vuelos de los atletas norteamericanos. Corgos fue segundo, con 7,99. Los plusmarquistas no han dado todavía una sola sorpresa. El tono de la competición se observó en carreras como la de 800 metros, donde Luis Javier González ganó con un tiempo de juveniles: 1.51.59 minutos. Es la demostración de la atonía que invade al atletismo español este año