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El Consejo de Europa aprueba un código de ética periodística

"Ni los empresarios ni los redactores son dueños de la información", dicen los parlamentarios

La Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa aprobó ayer por unanimidad el Código Europeo de Deontología, en el que se insta a los medios de comunicación a que "se comprometan a observar unos principios deontológicos rigurosos que aseguren la libertad de expresión y el derecho fundamental de los ciudadanos a recibir noticias veraces y opiniones honestas". "Ni los editores y propietarios ni los periodistas son dueños de, la información", según expresan los parlamentarios europeos en el texto del código.

El texto, que lleva el título genérico Ética del periodismo, ha sido propuesto al comité de ministros del Consejo de Europa. En él se invita a los Gobiernos de los 31 países miembros de este organismo a establecer en el seno del Consejo un mecanismo de autocontrol -una especie de ombudsman europeo de la comunicación- con otras organizaciones no gubernamentales como la Federación Internacional de Periodistas (FIEJ).También se pide la creación de órganos de autocontrol nacionales integrados por periodistas, editores, asociaciones de ciudadanos, profesores universitarios y jueces, y la promoción de asociaciones de usuarios de los medios de comunicación.

Estos sectores podrán publicar anualmente investigaciones sobre la veracidad de las noticias difundidas por los medios de comunicación. "De esta manera se obtendrá un barómetro de la credibilidad que servirá de guía a los ciudadanos sobre el valor ético de cada medio, de cada sección o de cada periodista".

La información constituye, según el Consejo de Europa, un derecho fundamental cuyo sujeto o titular son los ciudadanos. A ellos corresponde el derecho de exigir que la información se realice con veracidad en las noticias y honestidad en las opiniones sin injerencias exteriores, tanto de los poderes públicos como de los sectores privados.

Para los parlamentarios del Consejo de Europa, los poderes públicos no deben considerarse propietarios de la información y, por tanto, no debe existir censura previa. Por otra parte, las empresas periodísticas, "soporte de los medios de comunicación, deben ser consideradas como empresas socioeconómicas especiales cuyos objetivos empresariales deben quedar limitados por las condiciones que posibiliten la prestación de un derecho fundamental".

Transparencia

En el texto se dice, en consecuencia, que la información no debe ser tratada como una mercancía, "y por ello ni la calidad de las informaciones ni su sentido deben estar mediatizados por las exigencias de aumentar el número de lectores o de audiencia en función del aumento de los ingresos por publicidad".

El código pide transparencia en materia de propiedad y gestión en las empresas periodísticas, para que los ciudadanos conozcan con claridad la identidad de los propietarios y el nivel de su participación económica. Editores y periodistas deben coexistir en el interior de las empresas de comunicación, de tal manera que el respeto legítimo de la orientación ideológica de los editores o propietarios quede: limitado por las exigencias inexorables de la veracidad de las noticias y de la ética de las opiniones. Deberán clarificarse las figuras jurídicas de la claúsula de conciencia y el secreto profesional. El Consejo de Europa pide en este contexto que se elaboren estatutos de redacción para ordenar las relaciones profesionales con los editores y propietarios.

Para asegurar la calidad del trabajo del periodismo y la independencia de los periodistas se les garantizará un salario digno y unas condiciones, medios de trabajo e instrumentos adecuados.

El ponente del código ha sido el parlamentario español y catedrático de Filosofía del Derecho, Ética y Política, Manuel Núñez Encabo, quien ha señalado que el documento, en general, y el concepto de autocontrol, en particular, no han de interpretarse como una amenaza o como autocensura.

Bases para una información rigurosa

Entre los principios del Código Europeo de Deontología destacan los siguientes:Las noticias se diferenciarán claramente de las opiniones.

Las informaciones se comprobarán debidamente.

Se distinguirán los rumores de las noticias.

Los titulares guardarán fidelidad con el contenido de los hechos y datos.

Las opiniones no deben intentar negar u ocultar la realidad de los hechos o de los datos.

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