La guerrilla de Guatemala confía en poder pactar ahora con el Gobierno

Rodrigo Asturias, líder de la Unión Revolucionaria Nacional de Guatemala, que agrupa a las principales organizaciones guerrilleras, considera que el nombramiento de Mario Enríquez, un moderado apoyado por el sector joven del Ejército, como nuevo ministro de Defensa "abre la posibilidad del reinicio de las negociaciones" entre la guerrilla y el Ejército, bloqueadas desde el fracaso de las reuniones celebradas en México el pasado mes de mayo. El dirigente guerrillero califica de "paso en la buena dirección" la destitución como responsable de las Fuerzas Armadas de Roberto Perussina, representante de las "posiciones más recalcitrantes del Ejército".Según Asturias, comandante Gaspar Ilom en su actividad guerrillera, la situación política en Guatemala, tras el frustrado autogolpe de Jorge Serrano y posterior instauración de Ramiro de León como presidente democrático, es "compleja, delicada, pero en desarrollo".

Ramiro de León manifestó, pocos días después ocupar su cargo, que la reanudación de las conversaciones con la guerrrilla no era, por el momento, un asunto prioritario y que debería esperar. "Nos causó preocupación que el presidente dilatara su respuesta. Pero seguimos atentos, esperando una señal" señala Asturias. "Lo importante ahora es la forma y que se que pueda volver a los orígenes del proceso, a los acuerdos de Oslo y de México, donde se fijaron las bases y el temario de la negociación".

Lo más urgente, según el líder guerrillero, es conseguir la desmilitarización de la sociedad, una revisión de las funciones que realiza el Ejército y son propias de la sociedad civil y una reforma constitucional que acabe con la debilidad de las instituciones en Guatemala, puesta de manifiesto con el autogolpe. "Hay elementos preocupantes" dice. "La estructura del poder militar y económico se mantiene y puede suponer un riesgo para el presidente". "Existen tensiones en el Ejército", añade el líder guerrillero, "aunque se insiste en negarlas. Es un riesgo para la sociedad, pero es positivo que haya distintas corrientes. La posición recalcitrante fue la única durante 30 largos años".