Hierro negocia con Núñez a espaldas de Mendoza
La directiva del Madrid, preocupada por la incidencia de la noticia en la Copa del Rey
Fernando Hierro negocia desde el lunes su incorporación al Barcelona. El jugador del Real Madrid ha recibido a través de su representante, Zoran Vekic, una oferta en firme para convertirse en integrante de la plantilla azulgrana. El Madrid conoce estos movimientos y oficialmente guarda silencio. Hierro hace otro tanto. Miembros de la junta directiva, sin embargo, no ocultan su malestar cuando hablan de esta posibilidad. El jugador llegó a un acuerdo con el Madrid para renovar por un periodo de cinco años, si bien no hay ningún documento que lo acredite, ya que el club no pensaba oficializarlo hasta la semana próxima. Directivos y técnicos están preocupados por la incidencia que el asunto puede tener en la plantilla que hoy se enfrenta al Zaragoza (21.00, TV-1) en la final de la Copa del Rey. El Barcelona ha fijado como prioridad el fichaje de Romario, que puede cerrarse en breve. Después de él, el objetivo es Hierro.
El Real Madrid recibió ayer con alarma la noticia de que el Barcelona estaba intentado arrebatarle a, su jugador Fernando Hierro. Hasta ese momento, ningún miembro del club había dado por buenas las noticias que circulaban desde hace un par de meses sobre este asunto. Tampoco nadie hizo caso al reto lanzado por Josep Lluís Núñez el pasado lunes, cuando anunció: "Vamos a intentar fichar a Hierro". Núñez no iba de farol. El presidente del Barcelona y su vicepresidente, Joan Gaspart, quieren que el madridista se incorpore a su equipo la próxima temporada. Johan Cruyff está de acuerdo, si bien establece un orden de prioridades en la operación.El técnico holandés ha hecho saber a Núñez que el objetivo del equipo para el año que viene debe ser Romario y que, si el fichaje de Hierro es también viable, por él no hay ningún problema.
Hierro, que ayer viajó a Valencia con el resto de la expedición del Madrid para jugar hoy la final de la Copa del Rey, optó por guardar silencio. El jugador, aconsejado por su representante, no ha querido pronunciarse jamás sobre su posible marcha al Barcelona. Si bien fuentes de la directiva han explicado a EL PAÍS que Hierro se encuentra molesto con la excesiva pasividad con que Ramón Mendoza, presidente de la entidad, ha abordado su renovación.
El jugador ha manifestado en diversas ocasiones su deseo de seguir en el Madrid. Estas afirmaciones se reforzaron hace un mes, cuando ambas partes acercaron posiciones hasta llegar a un acuerdo. Desde entonces el club daba por zanjado el asunto, si bien se omitía que no había documento oficial que lo acreditara. El abogado del Madrid, Juan Antonio Samper, tiene incluso los papeles preparados desde hace días, pero el acto de la firma no se ha producido, al parecer porque se dejaba para la conclusión de la campaña. Hierro, en cambio, ha interpretado este retraso como una nueva paralización.Dos opciones
Entre medias se ha colado el Barcelona. Núñez y Gaspart, eufóricos por el nuevo título de Liga, se han metido en la negociación de manera oficial y no como una operación de desestabilización, como hicieron anteriormente. Vekic se ha entrevistado con representantes del Barcelona para estudiar los términos de la operación. Inicialmente se contempló la posibilidad de que Hierro firmara en secreto con el Barcelona, pero no se incorporara hasta 1994, fecha en que concluye su actual contrato. Esta fórmula, ideada por Núñez para evitar que el club madridista recibiera una inyección económica y acallar a los jugadores en su intento de mejorar sus contratos por agravio, ha sido rechazada por los representantes de Hierro. La única opción posible ahora es que Hierro compre su carta de libertad, tasada en 400 millones de pesetas.
Un sector de la directiva del Barcelona considera que el fichaje de Hierro dispararía sus presupuestos y crearía malestar en el vestuario por la elevada ficha que percibiría. Los pesos pesados de la plantilla azulgrana, Koeman, Stoichkov y Laudrup, no superan los 150 millones por temporada y, posiblemente, reclamarían aumento de sueldo.
"No se trata de una maniobra desestabilizadora. Nuestro interés por Hierro es real, pero las dificultades para ficharlo son excesivas", manifestaron ayer fuentes azulgrana. "Si no hay sorpresas de última hora, el Barcelona posiblemente fichará al jugador que menos gusta a la directiva [Romario] y nos quedaremos sin el más apetecible [Hierro]", añadieron.
Y es que Núñez recela de la contratación de Romario por los informes desfavorables que ha recibido del brasileño. A pesar de esas reticencias, el presidente ha hecho caso a Cruyff y el fichaje del brasileño podría cerrarse el lunes por unos 600 millones de pesetas. Una vez atado Romario, la contratación de Hierro será una decisión meramente económica, puesto que Cruyff está de acuerdo.
Directivos del Madrid no ocultaban ayer su malestar al conocer que esta vez sí que era una realidad la negociación entre Hierro y el Barcelona. Algunos incluso aseguraban que la culpa era del club por haber dilatado las negociaciones. "Si se va Hierro, habría que buscar responsabilidades. Sobre todo teniendo en cuenta que es jugador con contrato en vigor, que él se quiere quedar, y que el técnico ha trabajado para que así sea".
En el Madrid, nadie se atrevía a asegurar qué pasaría si el Barcelona no puede hacerse cargo de los fichajes de Romario y Hierro y opta por hacer caso a Cruyff y realizar sólo el primero. Hay quien sostiene que Hierro podría pagar esta traición y que la negociación para su continuidad sería complicada para sus intereses. A ello contribuirían las malas relaciones que la directiva madridista mantiene con Zoran Vekic, el representante del jugador. Otros, por el contrario, creen que desde la presidencia se actuará finalmente con celeridad para acabar de una vez por todas con este asunto.
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