El tirador que lesionó a dos jóvenes en Carabanchel guardaba siete armas
Desde su casa, José I. R. vio a dos hombres hurgando en un coche, sacó una de sus siete armas que tenía en casa -un rifle del 22 con mira telescópica- y les disparó sendas balas a José Antonio S. P., de 20 años, en el hombro, y a Miguel Ángel L. V., de 21, en la pierna. José I. R., de 36 años, pasó a disposición del juez de guardia.En el domicilio del detenido, situado en la avenida de Carabanchel, los agentes se incautaron, además del rifle, de seis escopetas de caza y un revólver.
La denuncia que provocó la detención de José I. R. proviene de la madrugada del pasado día 12, cuando José Antonio y Miguel Ángel ingresaron en el hospital heridos de bala. Habían sido tiroteados, según declararon, cuando oían música en un coche estacionado en un parque de Fuenlabrada. Seis días más tarde, la policía informaba de que el, incidente no ocurrió en Fuenlabrada, sino en la avenida de Carabanchel Alto, frente al número 130, donde fueron recogidos cuatro casquillos del calibre 22.
Los agentes comprobaron que los proyectiles no partieron de la finca señalada por los heridos y sus amigos, sino de la contigua.
José I. R. afirmó en su declaración que desde su domicilio vio cómo cuatro individuos robaban en un coche. Les gritó que se marcharan, pero no le hicieron caso. Sin más motivo, sólo porque creía que iban a quemar el automóvil, como ocurrió recientemente en el barrio, disparó contra ellos.
El agresor mantiene que en ningún momento tuvo intención de dar muerte a los jóvenes, lo que, según él, podría haber hecho casi con toda seguridad, dada la mira telescópica del arma y sus "cualidades de gran tirador". José I. R. carecía de antecedentes policiales.
La policía detuvo esta semana, tras un mes de investigaciones, al presunto autor de otro disparo que provocó lesiones graves a su víctima. El pasado 25 de mayo, este periódico informaba de que Emilio R. J., de 50 años, había sido herido de bala en el tórax y en el abdomen por un desconocido que le disparé cuando aquél se negó a venderle droga, según la versión que la familia de la víctima ofreció a la policía.
Los agentes de la comisaría de Los Cármenes identificaron hace pocos días a Guillermo P. G. como supuesto autor del delito. Pernoctaba en un camión abandonado en la calle del Aguacate. En ese lugar fue detenido junto a Adela P. Y., presunta encubridora del delito.
A ambos les intervinieron un rifle del calibre 22, además de una pistola simulada. Guillermo reconoció ser el autor de los disparos, pero afirma que lo hizo porque las papelinas que le compró a Emilio contenían barro o polvo de ladrillo, en lugar de heroína.
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