González negociará el programa con Pujol

El presidente del Gobierno en funciones, Felipe González, mantendrá su oferta de coalición gubernamental a los partidos nacionalistas catalán y vasco en la segunda ronda de conversaciones con sus líderes que inicia hoy en el palacio de la Moncloa. Frente a la pro puesta de los nacionalistas catalanes de que González acepte su programa previamente a la oferta de un pacto de coalición, el jefe del Gobierno mantendrá su plena disposición a discutir programas con el líder de Convergència i Unió (CiU), Jordi Pujol, si éste admite la formación de un Ejecutivo de coalición.

González recibirá por separado a Jordi Pujol y al presidente del PNV, Xabier Arzalluz, quien acudirá acompañado del lehendakari, José Antonio Ardanza. Portavoces gubernamentales no quisieron confirmar este doble encuentro, que fuentes nacionalistas dan por hecho.González tiene la pretensión de poder presentar mañana, viernes, ante el Comité Federal del PSOE -órgano máximo entre congresos- una posición clara sobre las posibilidades de pacto con los nacionalistas. Además de la cita del comité federal socialista, a González se le presenta otra cita urgente, la del próximo martes, día en que se constituirán las Cámaras y se decidirá la representación de las mesas del Congreso y el Senado.

En fuentes próximas a la Presidencia del Gobierno se insistía ayer en que González está dispuesto a un debate programático con los nacionalistas cuando cuente con una respuesta positiva sobre su oferta de participación en el Gobierno.

González, además de tener que hacer filigranas para conseguir el apoyo de los nacionalistas, debe convencer a su partido para que no ponga objeciones. Personas del entorno del presidente mostraron ayer su preocupación por el hecho de que cuantas más exigencias planteen los nacionalistas, más irán creciendo las voces contrarias en el PSOE.

Gobierno monocolor

En esta situación, el pesimismo se ha extendido en las filas socialistas. La dirección del PSOE está persuadida de que finalmente González tendrá que formar el próximo, mes un Gobierno monocolor,, dada la resistencia de los nacionalistas catalanes a formar parte de inmediato de un Gobierno de España.

El ministro de Exteriores, Javier Solana, expresó ayer en Radio Nacional su decepción por la actitud (le CiU. Solana consideró "absurdo" que la formación de Pujol, con 18 escaños, pretenda imponer íntegramente su programa a los socialistas, que tienen 159. El titular de Cultura, Jordi Solé Tura, comparó la estrategia de CiU con "una jugada de póquer" cuyo objetivo es "solventar los propios problemas internos de la coalición" catalana.

Dirigentes de CiU partidarios del acuerdo con el PSOE, que han quedado en minoría, piden "tiempo" para que en el seno de esa formación vaya cundiendo la cultura del pacto con los socialistas. Estos dirigentes nacionalistas auguran que en un primer tramo de la legislatura apoyarán en el Parlamento al PSOE y para el próximo año se replantearán la entrada en el Gobierno.

En este primer tramo, según la minoría de CiU, se negociaría la Ley de Presupuestos Generales del Estado y las reformas laborales para ver el grado de entendimiento entre ambas formaciones. Después, en el segundo y más largo periodo de sesiones, que va de febrero a junio, volvería a replantearse la coalición.

Por su parte, el portavoz del PNV, Iñaki Anasagasti, recomendó calma y puso la experiencia de su partido como ejemplo de lo "complicada y laboriosa" que resulta la tarea de negociar para formar un Gobierno de coalición, como el que ellos tienen en el País Vasco con los socialistas. El portavoz del PNV precisó que su partido puede llegar a acuerdos con el PSOE sin necesidad de llegar "al último tramo, que es el de formar parte del Ejecutivo".

La presencia del jefe del Ejecutivo vasco, José Antonio Ardanza, en esta segunda ronda de conversaciones obedece al deseo de Arzalluz de que Ardanza transmita a González su experiencia al frente del actual Ejecutivo vasco de coalición, informa Ardanza afirmó ayer que el nuevo Gobierno deberá adoptar medidas económicas impopulares si se pretende que España siga perteneciendo, "no al pelotón de países de primera", objetivo que considera inalcanzable, sino "al grupo de Segunda A".

Por su parte, el gobernador del Banco de España, Luis Ángel Rojo, afirmó ayer que la peseta quedará fortalecida si los nacionalistas de CiU y el PNV entran en un Gobierno con el PSOE, informa Sebastián Tobarra.