Rodríguez-Piñero: "No ha sido un palo"

Miguel Rodríguez-Piñero, presidente del Tribunal Constitucional, aseguró ayer que "no ha sido un palo" para el alto tribunal la sentencia que condena al Estado español, entre otras razones, por un retraso excesivo en resolver las cuestiones de inconstitucionalidad y por no haber dado audiencia a José María Ruiz-Mateos. Por el contrario, consideró que "en un sistema democrático son buenos todos los controles" y que el criterio marcado por el tribunal de Estrasburgo será seguido en los procesos constitucionales por leyes de caso único.Respecto al retraso, el presidente del Constitucional aseguró que ningún otro alto tribunal trabaja más que el español, a pesar de lo cual admitió un replanteamiento de la ley orgánica del Tribunal Constitucional para conseguir más rapidez. Recordó que el máximo tribunal alemán emite en un año 150 sentencias, el de los Estados Unidos 100 y el español unas 300.

En cuanto a la audiencia al -interesado en una cuestión de inconstitucionalidad, señaló que la cultura jurídica europea común es muy diferente a la anglosajona o a la nórdica, que exigen mayor oralidad y contradicción. En todo caso, exhibió a los informadores los 85 folios de alegaciones de Ruiz-Mateos a los órganos judiciales que impugnaron la ley expropiadora de Rumasa, e informó que "todas fueron respondidas".

Aunque aseguró no haber estudiado la sentencia -anunció un pleno para examinarla-, Rodríguez-Piñero interpretó que "da por zanjado el asunto definitivamente, mediante una declaración sin ningún efecto sobre este caso". Preguntado sobre si, como ocurrió en la condena por el caso Bultó, puede anularse el proceso y hacer otro nuevo, Rodríguez-Piñero hizo notar que la decisión de repetir el juicio no provino de Estrasburgo, sino que la tomó el Constitucional, en consideración a un caso muy diferente: había condenados privados de libertad por un juicio declarado no equitativo.