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La crisis quita una estrella a 5 hoteles de lujo

El Palace se suma a los cuatro establecimientos que rebajan su categoría para paliar la crisis

Crisis de lujo. La recesión económica ya ha arrancado una estrella a cuatro de los 13 hoteles madrileños que empezaron el año con cinco. Y amenaza a más: el veterano Palace tiene autorización concedida para, por primera vez en su larga historia, bajar de categoría. Entre los que se mantienen, alguno (como el Eurobuilding) estudia estos días su reclasificación. El descenso de clientes ha provocado una fuerte guerra de precios en el sector y las tarifas rondan en ocasiones el importe de los costes. Además, los hoteles de lujo tienen que aplicar más impuestos (15% de IVA para cinco estrellas, 6% para cuatro). Eso les ha llevado a una decisión dolorosa para su prestigio, pero competitiva. La rentabilidad empieza a imponerse sobre la fama. Ha caído una estrella.

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La crisis ha vaciado las habitaciones más nobles de la hostelería madrileña y ha forzado caídas de precio superiores al 25% respecto al año pasado. Recesión obliga: las empresas reducen gastos de sus ejecutivos y el turismo también acusa el mal momento.Los responsables hoteleros reconocen que las tarifas del lujo se dispararon de la mano de la bonanza económica. Pero más que actos de contricción, lo que hacen ahora es insistir en que les rebajen el tipo de IVA al 6%. En 1991 la hostelería estaba gravada por igual, con un 12%. En 1992 se subió hasta el 15% el IVA para los establecimientos de cinco estrellas. Para el resto se rebajó al 6%.

La demanda es escasa. El mercado manda a la baja: en los establecimientos de cuatro o tres estrellas también ofrecen tarifas inferiores a las del año pasado. Son pocas las plazas que se venden al precio oficial.

Así las cosas, el descenso de categoría de los albergues más lujosos se ha convertido en una alternativa frecuente. Los hoteles Mindanao, Miguel Ángel y los dos Meliá han aplicado ya la decisión drástica de disminuir su categoría a cuatro estrellas, nivel de hoteles que les hacían una fuerte competencia. "Rebajarnos los precios, pero no el servicio", mantienen.

"Buscamos clientes con menor poder adquisitivo", confiesa abiertamente el director residente del Meliá Castilla, Andrés del Río. Su trabajo no es fácil: conservar más de 800 empleos y llenar en lo posible las 936 habitaciones de un establecimiento que llevaba de vitola ser el mayor de lujo de España. "En el sector hay una lucha muy fuerte por llevarse un grupo de clientes. Casi se llega a cobrar precios de coste y a veces se está cerca del dumping [tarifas por debajo de los costes]".

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"Perder una estrella era la única salida: el 9% menos en la factura se nota", explica el director del Mindanao, Juan Gómez Aranda. El correspondiente descenso del IVA (15% para cinco estrellas y del 6% para los de cuatro) es una de las grandes ventajas aducidas por quienes ya han tomado la decisión. "El único que pierde es Carlos Solchaga", explica uno de los responsables consultados, refiriéndose al ministro de Hacienda.

Quizás. El Tesoro deja de ingresar, pero los hoteles apenas mantienen sus precios oficiales. Aunque el descenso a cuatro estrellas implica rebajar el IVA y no las tarifas, también se está produciendo una caída general de precios. Ocupar una habitación doble en uno de los hoteles más lujosos y selectos de la capital cuesta 32.000 pesetas los días laborables y 26.000 los fines de semana. "Hace dos años se pagaban 60.000", explican en el establecimiento.

Si los de cinco reducen la factura, a los de cuatro les toca hacer otro tanto. "El lujo no está de nioda", interpretan en el Mindanao. "Lo da la calidad, no las estrellas", puntualizan en el Palace. Juan Antonio Casas, directivo de este hotel casi tan viejo como el siglo, asegura que su rebaja a cuatro estrellas es "una decisión en firme".

El cambio ya está autorizado por el Gobierno autónomo, pero el establecimiento supedita su entrada en vigor a que se autorice también el descenso de categoría de su restaurante, hasta ahora de cinco tenedores. "Quizás para algunos nuestra imagen quede maltrecha, pero lo cierto es que el Palace será más competitivo", asegura Casas.

El grado de oupación de la hostelería madrileña en los dos primeros meses de 1993 ha sido del 39,6%, según la Secretaría General de Turismo. Este índice, que incluye todas las categorías, fue del 44% en el mismo periodo de 1992.

Eurobuilding, en estudio

A juicio del directivo del Palace, "lo lógico sería que ningún hotel de cinco estrellas mantuviera su categoría". Sin embargo, los hay dispuestos a hacerlo. "Una cadena como NH no puede quedarse sin un hotel de cinco estrellas en Madrid, aunque le esté costando dinero", explica el director del Santo Mauro, Primitivo Sobrino. Ritz, Barajas, Monte Real, Wellington, Husa Princesa: se sujetan las cinco estrellas. Al menos de momento. Sin embargo, otro de los hoteles de gran lujo, el Eurobuilding, estudia pedir el descenso.

Y el responsable del Villa Magna, Rafael Sánchez Calderón, sentencia: "La crisis ha hecho el lujo más asequible".

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