El brindis en la corrida de la Beneficencia

Don Juan Carlos no estará esta tarde, rompiendo una vieja tradición, en la plaza de toros de Las Ventas presidiendo la corrida de la Beneficencia. El luto oficial -que el Rey lleva con tanta discreción como rigor- le impide al monarca cumplir con su pasión taurina, y al espada que oficia en el ruedo, José Miguel Arroyo, Joselito, desquitarse del año pasado, cuando, ante la sorpresa general, despachó sus dos astados sin brindar ninguno al Rey. El gesto de Joselito, que en algunos medios se interpretó como una rebeldía del torero, no fue más que un olvido del que este año, al enfrentarse a seis toros en solitario, se hubiera podido desquitar. La ausencia del Monarca será cubierta por su hija, la infanta Elena, que en su afición taurina se encuentra mucho más cerca de los gustos de su padre que de los de la Reina.