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PACTOS ENTRE PARTIDOS

Tormenta política en Aragón por los resultados

JAVIER ORTEGA Los resultados electorales han desatado una tormenta política en Aragón a tres bandas. Los dos partidos que gobiernan en la comunidad, PP y Par, han acentuado sus discrepancias, y las disputas en el seno del PSOE se han recrudecido.

Los populares reclaman que sus cuatro consejeros (Economía, Agricultura, Industria y Relaciones con Europa) tengan mayor protagonismo en el Gobierno regional y han propuesto la creación de una vicepresidencia para reequilibrar las fuerzas. Por añadidura, los líderes del PP reprochan al Par haberse negado a presentarse juntos en las elecciones y, consiguientemente, haber facilitado el triunfo socialista en Aragón. Ambas fuerzas han crecido en votos pero no en escaños, cuyo reparto se mantiene: siete el PSOE, cuatro el PP, uno el Par y uno IU.

Los aragonesistas han duplicado el número de votos, lo que ha despertado celos en el PP ante las próximas elecciones autonómicas, en las que siempre sube el Par. El presidente regional de los populares, José Ignacio Senao, ha acusado al Par de usar los cargos del Gobierno con fines partidistas. El anuncio del presidente del Par y diputado electo, José María Mur, de un posible apoyo a la investidura de González ha encrespado aún más a los conservadores.

Ambas fuerzas se echan, en cara sus discrepancias: el PP firmó el pacto autonómico con el PSOE, no apoyó la manifestación por la autonomía plena y mantiene contradicciones sobre los trasvases, mientras que el Par propugna una reforma amplia del estatuto. Los populares sostienen que el Par dirigió su última campaña más contra el PP que contra el PSOE.

Rencillas en el PSOE

Paralelamente, las viejas disputas entre las familias socialistas de Aragón resurgen también tras las elecciones. Los rurales, liderados por José Marco, se consideran fortalecidos -mantienen los siete, diputados y los nueve senadores- y acusan veladamente a algunos renovadores de no haber trabajado con entusiasmo durante la campaña.

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La chispa ha estallado en Huesca, donde el presidente de la Diputación Provincial, Marcelino Iglesias, ha destituido al vicepresidente primero, Antonio Calvo, y ha expulsado de las comisiones a Carlos Camparolas y Ramón Miranda. Falta de confianza y las disputas en la elaboración de las listas electorales subyacen en esta decisión, que rompe el aparente equilibrio entre los socialistas oscenses. El secretario de Comunicación, Fernando Elboj, ha declarado que siente "vergüenza por el espectáculo que el PSOE está dando ante la opinión pública".

A su vez, el sector rural insiste en que el alcalde de Zaragoza, González Triviño, líder de los renovadores, debe destituir al teniente de alcalde de Urbanismo, Luis García Nieto, por sus desfases presupuestarios en las grandes obras municipales. El principal descenso del PSOE se produjo en esta ciudad.

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