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Crítica:ROCK
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

En estado orgullosamente bruto

La llegada de esta vieja y añorada banda inglesa reunió a una audiencia de tatuajes, patillas, barbas descuidadas y cazadoras fuera de moda que esperó pacientemente durante más de una hora a que se abrieran las puertas. En las filas seguidoras de Motörhead ni siquiera hubo protestas por la tardanza.Siempre liderada por el carismático Lemmy, toda una institución del rock duro británico, esta histórica banda cuenta con más de quince anos de trajín a todo trapo. Motörhead es sinónimo de agresión sonora, y su influencia es patente en la amplia legión del ruido.

En las últimas temporadas, el grupo mantiene su centro de actividades en Los Angeles, decisión que enfureció a la hinchada inglesa. El pasado año se publicó March or die, segunda entrega para una multinacional, y la poca repercusión que recogió les ha dejado fuera de la compañía. La gira europea del pasado otoño tuvo que suspenderse ante la escasa demanda de entradas, pero el regreso primaveral ha sido bienvenido.

Motörhead

lan Lemmy Kilmister (bajo y voz), Phil Cambell (guitarra), Würzel (guitarra), Mickey Dee (batería). 1.300 espectadores. Precio: 2.500 pesetas. Sala Canciller. Madrid, 10 de junio.

La garganta grave y ahogada de Lemmy apuntó hacia el inolvidable micro que mira hacia abajo y dio comienzo una sesión de rock en estado orgullosamente bruto. Parecía un tanto cansado este sempiterno y entrañable macarra, pero la fiel guardia le hizo entrar en materia.

Finalmente dedicó el impactante Killed by death a la corajuda afición. En sendos regresos, el grupo apabulló con clásicos de su fornido repertorio como Overkill y Ace of spades, amén de la recreación de Catch stratch fever, añeja pieza del también incombustible Ted Nugent. Este Motörhead del 93 incluye solos de los cuatro componentes, quién sabe si por la necesidad de tomarse un respiro. Pero, altibajos al margen, su vieja maquinaria seguirá contando con un público agradecido que sabe reconocer una honesta trayectoria.

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