Dirigentes socialistas ponen reparos a un pacto con los nacionalistas

La apuesta del secretario general del PSOE, Felipe González, de intentar formalizar un Gobierno de coalición con los nacionalistas catalanes y vascos ha encontrado reticencias en varios sectores del partido más inclinados a dar preferencia al acercamiento con Izquierda Unida (IU). Es el caso de¡ presidente de la Comunidad de Madrid, Joaquín Leguina; el de la Junta de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra; de algunos dirigentes del aparato, como el ex ministro de Justicia Enrique Múgica, y de la corriente Izquierda Socialista (IS).

Felipe González reconoció hace algunas semanas en una conversación privada que algunos sectores de su partido se inclinarían por pactar con IU.Las posiciones más explícitamente favorables al pacto con IU, en detrimento de los nacionalismos catalán y vasco, proceden de Izquierda Socialista. Ayer, Manuel de la Rocha, dirigente de esta corriente y diputado electo por Madrid, argumentó sus posiciones por el propio contenido de la campana electoral: "El voto al PSOE se produce en la segunda semana de campana con un cambio de estrategia en la que se acentúa un giro a la izquierda, al contraponer un proyecto de izquierdas frente a otro de derechas que arrastró el voto de Izquierda Unida (IU) y de las centrales sindicales".

Según de la Rocha, "este voto compromete al partido a dar un giro a la izquierda, que también recoge el programa electoral, y que debe plasmarse en un pacto preferente con IU para llevar adelante el pacto con los sindicatos, auténtica prioridad del programa socialista". El dirigente de IS añade que con los nacionalistas de CiU y PNV "pueden producirse pactos puntuales".

Presidencias autonómicas

También desde algunas de las presidencias autonómicas socialistas y secretarías regionales se presentan reticencias al pacto preferente con CiU y PNV que va a intentar Felipe González. Los casos más claros son los de' Madrid, con Joaquín Leguina y José Barrionuevo, y Extremadura, con Juan Carlos Rodríguez Ibarra. "Desde Madrid, Andalucía y Extremadura, donde hemos obtenido un 40% del voto socialista, un pacto preferente con CiU y PNV es dificil de entender, pues han sido votantes de IU los que han apoyado al PSOE", señalan fuentes próximas a los presidentes autonómicos.

En el caso de Leguina la situación es particularmente delicada porque mantiene en la Comunidad de Madrid un pacto de gobierno con IU, mientras que para Barrionuevo, que jugó fuerte en la negociación del proyecto de Ley de Huelga con los sindicatos, el pacto con la coalición que dirige Julio Anguita sería una garantía de su aprobación.En el aparato socialista hay también algunas posiciones a favor del pacto preferente con Izquierda Unida, pero menos relevantes. Es Enrique Múgica quien más se ha significado por esta apuesta, pero tanto Alfonso Guerra como Txiki Benegas, los hombres más fuertes del aparato, se muestran favorables al acuerdo con los nacionalistas para cerrar el paso al avance del Partido Popular (PP).