_
_
_
_
_

El resultado electoral empuja con fuerza a la peseta que se aprecia casi un 2% frente al marco

Victoria Carvajal

Los mercados valoraron ayer positivamente el resultado electoral. La mayoría suficiente del PSOE para garantizar un gobierno estable, su compromiso firme de mantener la peseta en el Sistema Monetario Europeo (SME) y, por ello, una mayor cautela a la hora de reducir los tipos de interés, permitieron a la moneda española apremiarse casi un 2% frente al marco hasta cerrar a 76,75. El mercado de deuda tuvo una sesión irregular aunque al final se impusieron las compras. Tan sólo la Bolsa recibió como un jarro de agua fría la noticia tras haber descontado una victoria de¡ PP y una caída más muerte de tipos. El índice general en Madrid perdió 4,42 puntos.

"La peseta es socialista" resumía en broma ayer un operador al comentar sobre la evolución al alza de la moneda española en los mercados tras conocerse el resultado electoral. "La valoración neta es positiva. La perspectiva de un gobierno más estable y la convicción de que el PSOE tiene el firme compromiso de continuar en el SME han devuelto la confianza sobre la peseta", dice Henrick Lumholdt, analista de F G Inversiones Bursátiles.El deseo de permanencia en el mecanismo de cambios europeo hace prever que el esperado recorte de los tipos de interés sea muy moderado. "La bajada se efectuará, pero de forma menos agresiva que si hubiera ganado el PP", dice Lumholdt.

El Banco de España hizo alarde de su prudencia y, a pesar de la apreciación de casi un 2% de la peseta, intervino en el mercado interbancario ligeramente por debajo del 11,82% al que había inyectado dinero el viernes pasado.

El tesorero de un gran banco español comentaba que la Victoria del PSOE, "asegura el mantenimiento de la ortodoxia de la política monetaria, a pesar de que la peseta gane posiciones frente al resto de las monedas del SME". A su juicio, no es previsible un movimiento a la baja en el precio del dinero,"mientras siga latente el problema de la inflación, cuyos datos de mayo no serán nada buenos por la subidas salariales fijadas en los últimos convenios firmados y por el efecto negativo de la tercera devaluación".

Algunos analistas comparan la actitud cautelosa que adoptará el Banco de España con la política seguida por el Bundesbank, banco central alemán, que da prioridad al control de la inflación sobre la recesión.

Sólo la apreciación de la peseta hasta su límite máximo de apreciación (74,76) podría acelerar el recorte del precio del dinero, opinan, aunque lo más probable es que esta medida se aplace hasta que quede formado el nuevo gobierno. "No tiene sentido tener que intervenir en contra de la peseta si ésta se sitúa en su límite un mes después de haberla devaluado un 8%. Lo normal es que se quite presión con una bajada del precio del dinero", opina un experto. Ayer la moneda española cerró en 76,75 pesetas por marco, muy por encima del cierre, del viernes a 78 pesetas y apreciada un 2,98% sobre su cambio central de 79,11.

Repetir tipos

Ante la cautela que, de momento, muestra el Banco de España en su política monetaria, el mercado espera que el Tesoro repita los tipos en la subasta de letras a tres (10,97%) y seis meses (10,80%) que celebra mañana, después de la reducción de casi dos puntos que efectuó en la anterior.

El mercado secundario de deuda cerró la sesión con alzas moderadas en el precio de los bonos. La perspectiva de que se forme un gobierno estable que, aunque de forma más lenta de lo esperado, también vaya a reducir los tipos de interés animó las compras después de que a primera hora de la mañana se registraran ventas por parte de los extranjeros.

Tan sólo el mercado de valores reaccionó con decepción a la victoria de Felipe González y el índice general de la Bolsa de Madrid perdió un 1,69%. Fuera de España, en la City londinense, los analistas financieros británicos también consideraron positivo el resultado de las elecciones españolas, informa Enric González. El equipo de BZW, una de las principales sociedades de inversiones, calificó EL PAÍS ayer de "escenario ideal" el nuevo reparto de escaños. "Habíamos fijado un límite mínimo de 155 escaños para el partido que ganara, fuera el PSOE o el PP. Por debajo de esa cota, hubiera sido muy difícil formar un gobierno sólido. Los 159 escaños de los socialistas les permiten gobernar, pero necesitará

el respaldo de CiU. Esa será una influencia moderadora muy positiva para empujarles las necesarias reformas económicas, especialmente la del mercado de trabajo" declaró Francisco Alfaro, de BZW.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_