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Reportaje:

La asignatura pendiente

Las compañías eléctricas encaran la definitiva reordenación del sector

El oligopolio eléctrico busca soluciones financieras en el tronco común de sus desequilibrios. Iberdrola y ENDESA han cerrado a cara de perro un acuerdo para sacar de sus balances las deudas contraídas en la construcción de centrales nucleares actualmente en moratoria, Valdecaballeros I y II, Lemóniz I y II y Trillo II. El último pacto eléctrico persigue además mayor racionalidad en el mapa del sector con el reparto de Hidruña (filial catalana de Iberdrola) con ENDESA. A la solución del área catalano-aragonesa, auténtica asignatura pendiente de la modernización del sector, se añade el acuerdo para que Unión Fenosa se fusione con Hidrocantábrico.

En el diseño definitivo del sector, la empresa pública ENDESA, con un 40% del mercado nacional, controla la zona sur (Sevillana de Electricidad), las Baleares (GESA) parte del Norte (Viesgo) y el mapa catalano-aragonés (el 100% de ERZ, el 80% de Enher y el 49% de FECSA). Por su parte, Iberdrola -otro 40% del mercado- concentra las instalaciones de generación y distribución en las zonas centro y norte, al agrupar las antiguas Iberduero e Hidroeléctrica Española. La tercera pata del sector -el 20% restante- dominará el noroeste del país -es decir, el mercado gallego-, tradicionalmente en manos de Unión Fenosa, parte de la comisa cuando se concrete la fusión con Hidrocantábrico y con una gran presencia en el centro.Los grandes latifundistas eléctricos aligeran el peso de sus cuantiosas deudas, traspasando, más de 700.000 millones de pesetas de pasivo a una sociedad de nueva creación que agrupará los activos nucleares actualmente en moratoria (véase el texto adjunto). En los últimos días, y en el vértice de una negociación contrarreloj, Migo Oriol (presidente de Iberdrola) y Feliciano Fuster (presidente de ENDESA) se adelantaron a la contienda electoral cuando su balance, con independencia del resultado, puede poner patas arriba la reciente bate_ ría de acciones gubernamentales lanzadas por el Ministerio de Industria, como la Ley Eléctrica -aprobada por el Gobierno, pero pendiente de tramitación en el Parlamento- o el Plan Energético Nacional (PEN).

La burbuja eléctrica -cerca de cuatro billones de pesetas de deuda, contraída en gran medida en los años de la construcción de centrales- ha sido un lastre Esta deuda es superior a los tres billones de recursos propios.

Las eléctricas españolas so portan un coste financiero medio de cuatro pesetas por kilovatio, mientras que en Alemania y Francia este concepto no supera una peseta por kilovatio facturado. Iberdrola, con una deuda de un 1,6 billones de pesetas, y Unión Fenosa (600.000 millones), exigen un cambio en las reglas del marco estable del sector La aceptación del grupo público basa su contrapartida en un mayor grado de racionalidad del mapa sectorial. Y en ambos casos, un denominador común: las tarifas eléctricas, que se revisan a principios de año y que se subirían el 0,75% si el Gobierno acepta la propuesta de Iberdrola.

Reordenar el mapa

Los acuerdos alcanzados entre Iberdrola y ENDESA, por un lado, y Unión Fenosa e Hidrocantábrico, por otro, suponen la culminación de la ordenación del mapa eléctrico, vieja aspiración de la Administración y de los propios responsables del sector. El objetivo esencial era la reestructuración de manera que se redujera era el número de empresas operadoras.El punto de partida de esta reestructuración se remonta a 1987, con el reparto de la eléctrica catalana FECSA entre las distintas empresas del sector y la banca acreedora como consecuencia de la crisis que atravesó dicha sociedad. La entrada del sector en FECSA se produjo de forma proporcional a la cuota de mercado de cada una de las eléctricas, que en conjunto pasaron a controlar el 33%. Posteriormente, el grupo ENDESA, que tenía una participación cercana al 10%, fue comprando hasta llegar a lanzar un OPA (oferta pública de adquisición) que le situó en el 39%. La OPA tuvo la oposición inicial de Iberduero, entonces todavía no fusionada con Hidrola, y posteriormente de Iberdrola, ya hecha la fusión. Sin embargo, Iberdrola acabó vendiendo un 5% y recientemente acordó vender el'4% que le quedaba.

ENDESA también fue comprando participaciones en otras empresas, lo que supuso fuertes reacciones del resto de las eléctricas y de los grupos bancarios, tradicionales dominadores del sector eléctrico. El grupo público sorprendió a ambos comprando un 9,9% de Sevillana de Electricidad, una entidad controlada por el BBV que inmediatamente adquirió acciones para situarse algo por encima. Sin embargo, la resistencia duró poco. A los pocos mes , ENDESA presentaba una OPA por la que pasaba a tener el 34% de Sevillana y, en definitiva, a controlarla. Al mismo tiempo diseñaba la entrada en Electra de Viesgo, filial del Banco Santander, que alcanzó un acuerdo con ENDESA para venderle su participación del 80%. ENDESA lanzo una OPA por la que pasó a controlar en torno al 87% del capital de la compañía cántabra.

La otra integración se realizó entre Iberduero e Hidroeléctrica Española (Hidrola), las dos grandes empresas privadas del sector. La operación se hizo mediante una OPA lanzada por Iberduero sobre Hidrola dando lugar a dos sociedades, Iberdrola 1 e Iberdrola 2, que finalmente se fusionaron tras otra OPA lanzada por la primera sobre la segunda. En el grupo quedaba integrada también Hidruña, en la que Hidrola entró -en 1984.

El otro frente está en el Norte. Superadas las fuertes reticencias mostradas por el consejo de Hidroeléctrica del Cantábrico, los accionistas institucionales -Caja de Asturias, Banco Herrero y Grupo Masaveu- han acabado cediendo a las presiones de Unión Fenosa y de la propia Administración para crear un grupo entre ambas empresas. Las dos firmas controlarán el 20% del mercado español (16% de Unión Fenosa y 4% de Hidrocantábrico).

La llamada tercera pata puede completarse con la venta por parte de Viesgo de sus acciones en Asturias y en Lugo. En esta provincia participa con algo más del 50% en Barras Eléctricas Gallegas (Begasa) con Fenosa, constituyéndose en el tercer grupo del sector junto a ENDESA (40%) e Iberdrola (40%).

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