El CDS convocará un congreso nacional la semana próxima

El fracaso del CDS, que ha perdido el 92,9% de su electorado en los, comicios de ayer al no lograr ningún escaño de los 14 que poseía, ha precipitado la reunión de los órganos colegiados del partido la próxima semana para convocar un congreso nacional. Durante la tarde de ayer, algunos escrutinios provisionales adjudicaban un escaño al partido, que hubiera correspondido a su presidente, Rafael Calvo Ortega.

La dirección del CDS no ha puesto sus cargos a disposición del partido, "porque siempre lo están", pero ha anunciado la convocatoria de un congreso nacional para que decida la suerte del partido, tras perder los 14 escaños que poseían.Tanto el presidente del CDS, Rafael Calvo Ortega, como su secretario general, José Luis Gómez-Calcerrada, reconocieron ayer este fracaso, atribuido, no a su gestión, sino al "bipartidismo ciego" que impera en la sociología electoral española. Los dos descartaron su dimisión. Este gesto creen que perjudicaría al partido. Asumen la responsabilidad de los resultados electorales y depositan en el congreso nacional la decisión de optar por otra dirección que no sea la suya. En cualquier caso, continuarán fieles a las siglas del CDS desde el puesto que se les asigne.

A pesar del resultado adverso, en la sede madrileña del CDS no se veían ayer caras desoladas, pero muchas de las 40 personas que integran la plantilla ya están pensando en volver a su antiguo trabajo. La mayoría son funcionarios en excedencia, de manera que no se verán en la calle.

No esperaban repetir los 14 escaños de la anterior legislatura. Las encuestas ya se lo habían anticipado, pero el resultado, no por esperado, deja de ser traumático para un partido heredero del que lideró la transición y que obtuvo bajo sus actuales siglas 1.838.799 votos en 1986; 1.858.588 en 1989 y 600.842 en 1982. De ahí a los 6.310.391 votos que obtuvo la UCD en 1977... va un abismo, casi el mismo que diferencia el apoyo electoral del CDS en 1989 del de ayer.

En el CDS, miembros de la, ejecutiva intentaban calmar la angustia de los interventores que llamaban a la sede central para expresar su incomprensión y desahogar su ira por el escaso apoyo de los electores.

Estos resultados ya advierten la drástica reducción de ingresos. estatales con los que se ha contribuido a sostener en pie un partido que dispone de una estructura mínima para articular una fuerza política, en cuyas filas militan todavía 3.500 concejales, 500 alcaldes y 10 diputados autonómicos.Rafael Calvo Ortega anunció un "ajuste" en la organización que incluirá, además de la reducción de la plantilla, su reconversión económica. Incidirá forzosamente en la ubicación de la propia sede del partido, que ocupa tres de los cuatro pisos de una planta en la calle O'Donnell, situada frente a la sede del grupo Z en Madrid. Por ella se pagan 2.500.000 pesetas mensuales de alquiler, un precio, demasiado alto para un partido nacional con tan sólo un escaño.

Rafael Calvo Ortega no se mostró sombrío en su comparecencia ante la prensa al conocer los primeros escrutinios. Dio las gracias a sus electores y reiteró que no tira la toalla. Valoró los resultados electorales como "un desastre" para la política española y anunció que comenzaba una nueva travesía en el desierto, en la que empeñará todo su esfuerzo para que se modifique la ley electoral que lesiona los intereses de los partidos pequeños.