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6 de Junio.Elecciones 93

GonzáIez llama a unir el voto de la izquierda y Aznar a la confianza, en el final de campaña

Los líderes socialista y popular eligieron para sus últimos mítines Sevilla y Madrid, respectivamente

Los líderes políticos de las formaciones que concurren a estas elecciones apuraron ayer sus últimos oportunidades hasta el último segundo antes de concluir la campaña electoral más larga de la reciente democracia española. Felipe González apeló, primero en la Casa de Campo de Madrid y luego en Sevilla, a la necesidad de "agrupar" todos los votos de la izquierda, "porque la derecha ha agrupado todos sus votos" y porque el día 6, dijo, "es el desafío más importante de la democracia, es la clave de la democracia". José María Aznar, en Valladolid y en Madrid, insistió, de acuerdo con su mensaje de toda la campaña, en la necesidad de abrir una etapa de mayor confianza y pidió que nadie tema al cambio. "Españoles, vamos a ganar para España", fueron sus últimas palabras de campaña.

Tanto Aznar como González estuvieron acompañados en sus últimos mítines por destacadas figuras de sus partidos. Así, el líder socialista estuvo arropado en Sevilla por el vicesecretario general, Alfonso Guerra, en el único acto electoral en el que han intervenido juntos los números uno y dos del PSOE. Previamente, en Madrid, González cerró un mitin en el que también tomaron la palabra el ministro Javier Solana y el ex juez Baltasar Garzón.El líder de los socialistas repitió ayer sus últimos mensajes que, como nueva línea argumental, introdujo en la fase final de la campaña. Para González, hay que elegir entre progreso y conservadurismo, y la opción primera es la que representa su partido frente al Partido Popular, que, en su opinión, puede suponer un "retroceso histórico" para España si accede al Gobierno.

También de acuerdo con sus intervenciones de los últimos días, González señaló que los socialistas defienden las libertades y la tolerancia, pero aseguró en Sevilla que hay que "acabar con los mentirosos, con los que difaman todos los días".

Repitió en Madrid y en Sevilla que se han cometido errores y que hay que corregirlos con el compromiso de un nuevo impulso democrático.

En el recinto de la Expo, González buscó la complicidad de sus seguidores preguntándoles si estaban preocupados por el resultado electoral. Ante la respuesta afirmativa les dijo que "por sentido común" era necesario votar y agruparse en tomo al PSOE "para no abrir un espacio a la derecha que le permita ganar".

Televisión Española ofreció los últimos minutos de este mitin, lo mismo que del de Aznar, y concluyó, con imágenes de los fuegos artificiales que se prendieron y evitando, salvo en muy contados planos, la imagen de Alfonso Guerra.

Etapa agotada

Por su parte, el líder de los populares aprovechó la conexión en directo de TVE para ofrecer un auténtico espectáculo de luz y sonido, con, tecnología audiovisual de primera línea. Los telespectadores pudieron escuchar la voz de Aznar fundida con música de fondo y planos espectaculares del Palacio de los Deportes de Madrid, abarrotado. Aznar estuvo acompañado en su última comparecencia electoral por los miembros de la ejecutiva popular Rodrigo Rato y Alberto Ruiz-Gallardón.

El líder del PP manejó de nuevo los dos ejes de su campaña: los socialistas son incapaces de superar la crisis económica y política en la que han sumido a España, y el país necesita abrir una nueva fase de confianza de la mano del Partido Popular.

Aznar repitió que enviaba un mensaje de tranquilidad y seguridad a todos los españoles" y destacó el esfuerzo de los últimos anos para convertir al PP en un gran partido centrista".

Para Aznar, está "agotada" la etapa democrática que, tras la transición, se abrió en 1982 con la llegada de los socialistas al poder. Por ello, como repitió ayer Aznar, ha llegado la hora "del cambio de acción política y de gestores políticos".

Tras los mítines de ayer, tanto Aznar como González tienen previsto pasar la jornada de reflexión de hoy en Madrid. Ambos han señalado que no desean viajar y que prevén permanecer todo el día con sus familias.

Izquierda Unida, por su parte, celebró ayer su último mitin en la Plaza Mayor de Madrid. En ausencia de Julio Anguita, convalenciente en el Clínico de Barcelona, el cantante Joaquín Sabina leyó un mensaje dictado por el líder de IU. Para Anguita, retirado por "un golpe bajo" del corazón, el único voto "socialista y de izquierdas" que se puede introducir en la urna es el voto a su coalición.

El Centro Democrático y Social (CDS), con Rafael Calvo Ortega a la cabeza, eligió un lugar más festivo para su traca electoral final: una conocida discoteca madrileña. Calvo Ortega insistió en que "el bipartidismo nos traerá, por definición, la hegemonía política que impedirá, saber lo que pasa".

Campaña crispada

Horas antes de los últimos mítines, concluía en La Moncloa el último Consejo de Ministros previo a las elecciones. Tras la reunión del Gobierno, la ministra portavoz, Rosa Conde, afirmó que la campaña "ha tenido una crispación poco habitual en un proceso democrático". "No hemos conseguido bajar el grado de crispación del final de la legislatura a los niveles deseables en una democracia estable como la nuestra", añadió.

Concluida la campaña, está dispuesto el complejo aparato estatal destinado a asegurar el derecho al voto de 30.587.722 ciudadanos.

Cerca de 500.000 españoles participan en la organización, de los que 100.000 son miembros de las fuerzas de seguridad y 129.827 integrantes de las mesas electorales.

A esas cifras hay que añadir los miles de funcionarios y periodistas que participan en la organización y la información de la jornada de mañana.

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