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La policía teme que haya estallado una guerra mafiosa en la Costa del Sol

Un ciudadano turco, cuyo nombre responde a las iniciales K.T., de 44 años, fue asesinado a tiros en la madrugada de ayer en Torremolinos (Málaga) en una acción que, según las sospechas policiales, obedece a un ajuste de cuentas de las redes turcas implicadas en el tráfico de heroína. El cuerpo del fallecido, acribillado a balazos, fue hallado en el interior del vehículo que conducía, con matrícula holandesa, y según la información policial, fue tiroteado desde otro coche.De esa misma manera, otro ciudadano turco falleció hace dos semanas en la carretera que une Benalmádena y Mijas, presuntamente por el mismo móvil. Pero aún hay más: la policía no descarta que este nuevo asesinato esté relacionado con el doble crimen sucedido la noche del pasado domingo en Mijas, donde en la terraza de un restaurante fueron asesinados dos residentes italianos.

La Costa del Sol parece así haberse convertido en el escenario donde se están resolviendo cuentas pendientes de redes internacionales de delincuencia que debido a la alta densidad de población extranjera encuentran en esta zona un refugio donde resulta relativamente fácil pasar desapercibidos. El gobernador civil de la provincia, Francisco Rodríguez Caracuel, atribuyó ayer esta proliferación de asesinatos con el mismo móvil a un nerviosismo en el seno de las mafias que controlan el tráfico de droga por el acoso policial al que están sometidos. Para Rodríguez Caracuel, las informaciones obtenidas por la policía, que en los últimos dos meses ha actuado en varias ocasiones contra redes turcas, ha generado "un recelo entre unos y otros" que se está saldando a tiros.

El pasado martes, la Guardia Civil aprehendió 50 kilos de heroína en una casa de Colmenar, población del interior de la provincia, en la que fueron detenidas seis personas, una de ellas un turco de 39 años al que se considera cabecilla del grupo. El mayor zarpazo contra la red de la heroína se produjo el pasado mes de febrero, con la incautación de 130 kilos de esta sustancia en la barriada malagueña del Puerto de la Torre, en la que fueron detenidos varios miembros de un clan gitano. Esta operación, una de las más importantes por el volumen aprehendido de Europa, se practicó pocos días después de la detención en Fuengirola de nueve ciudadanos turcos.

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