Retrato de oficina
Críticas a la foto de campaña de Felipe González, en contraste con la de Aznar
La imagen que ofrece en las vallas el presidente del Gobierno, Felipe González, no gusta demasiado a los profesionales de la publicidad y la fotografía. A unos les parece que la foto está retocada; otros creen que su postura es distante, formalista, como las imágenes de estudio convencionales que distribuyen. gratuitamente las empresas de sus consejeros delegados. Pero su autor, Antonio Romero, desmiente que tenga retoque alguno y afirma que, se limitó a ejecutarla con arreglo a un boceto que le entregaron los encargados de la campana publicitaria.La agencia de publicidad Q and A (Question & Answer) es la primera vez que tiene en sus manos una campaña electoral como la del PSOE. Es una agencia joven, con creativos veteranos y currículos cuajados en otras firmas, hasta que decidieron crear la suya propia. Ofrece servicios plenos a sus clientes, entre los que figuran Galerías Preciados, Indesit, 3M o Mantequerías Leonesas, pero con el PSOE han colaborado sólo en la segunda parte de la campaña: la ejecución y control del producto, la contratación de las vallas, su distribución y control de medios, según afirma. su director creativo, Mariano Zardoya.
La estrategia de la campaña, sus mensajes, el diseño de vallas, se lo han dado hecho desde el operativo que controla Alfonso. Guerra en la calle de Gobelas, en Madrid. Un recinto opaco, como corresponde a cualquier cuartel general donde se cuece la suerte de unas elecciones legislativas tan reñidas como las actuales.
Q & A no ha intervenido, pues, en la creatividad. ¿Pero se ha visto alguna vez el retrato de un candidato a presidente, rejuvenecido tras 10 años en el cargo y sentado con una estilográfica entre sus manos? El fotógrafo Antonio Romero afirma que se ha limitado a cumplir un encargo, que no es el primero de estas características que realiza. Trabajó con Manuel Fraga (Alianza Popular) y con la UCD. Ha retratado al alcalde de Madrid, Jose María Álvarez del Manzano; a su antecesor en tiempos de UCD, José Luis Álvarez; a la ministra Matilde Fernández y a candidatos de Izquierda Unida...
"Un boceto detallado"
El de González lo ejecutó a finales de abril. "Me dieron directrices en un boceto detallado", afirma Romero. "Fui a La Moncloa y en dos horas hicimos todas las fotos previstas, excepto las del jardín, que no pudimos porque llovía. El fondo tenía que ser degradado, la mirada hacia su derecha, con las manos adelantadas y gesto entre distraído y entretenido, como jugando con algún objeto (la estilográfica). La idea era transmitir una imagen limpia, seria, tranquilizante y serena". Romero asegura que la fotografía no ha sufrido ningún retoque. "De ninguna manera. Está maquillado, sí, como se hace en estos casos. La apariencia de estar rejuvenecido es fruto de la iluminación, una iluminación de pelotazo, fuerte, que se utiliza para tamizar las sombras del rostro. Creo que el resultado es perfecto porque transmite una sensación de limpieza, sin tacha. Da la impresión de que es un hombre con el que no se tienen problemas".
Cuestión de opiniones. Otros colegas no la valoran así. Tampoco los publicitarios. A Francisco Ontañón, experto en fotografía estática, la foto de Felipe González le transmite una imagen limpia, sí, pero distante, sin dinamismo ni naturalidad. Otro colega que prefiere no ser citado ve al presidente del Gobierno como un vendedor de seguros. "Conceptualmente es un error poner a un candidato detrás de un objeto como una mesa, un objeto que ni siquiera contribuye a mejorar la composición. Si es cierto que no la han retocado nada, lo parece, con lo cual resulta un mal producto, pero la responsabilidad no se la achaco al fotógrafo, sino a quien le dio las instrucciones. Se han equivocado. Por el contrario, la foto de José María Aznar la veo químicamente correcta, neutral, con una carga de mensaje más directa". Por su parte, Teresa Peyrí, fotógrafa que publica retratos de personajes, señala: "Da la sensación de que la foto de Felipe González está sacada de los descartes o que se ha seleccionado con cuentahilos [lupa] de plástico. Es como la foto que disparas justo antes de darte cuenta de que se cruzan las luces y dices al personaje que se mueva unos centímetros. Además, Felipe sale con la mirada perdida. En cambio, en la de Aznar lo que más se nota es que se trata de una foto estudiada, dirigida, aunque el efecto de su mirada transmita más cinismo que confianza. El error en este caso no estaría tanto en la falta de selección como en la selección misma".
"Un patriarca"
A José Antonio García Crespo, director general de la agencia K S, también le parece que la imagen de González está retocada. "Se nota que han buscado el mejor gesto, una buena pose para dar la impresión de un patriarca, de un hombre de Estado, reposado, al que sólo le falta la bandera detrás, cuando a lo mejor lo que se necesita ahora es un gesto firme, de coraje para hacer frente a lo que se le viene encima, que no es poco".
Luis Rubio, jefe de fotografía de un semanario nacional, opina que la foto es "antigua". "Es la sensación que me da toda la campaña publicitaria del PSOE. A González se le ve apagado, no parece vivo. Está forzado para tener un aspecto distinto al que tiene, supongo que es una combinación de luz y maquillaje, y el resultado es que no seduce. Es de una frialdad espantosa. En cambio, la foto de Aznar [ejecutada por José Ramón Platón] muestra una sonrisa más optimista, supongo que más agradable. Son dos fotos diferentes. La de Aznar va a los ojos, al líder, a la expresión; busca la relación más directa con el elector. Felipe, en cambio, aparece sentado, distante, más en el poder, más lejano".
Jordi Socías, fotógrafo y editor de imagen, comparte este criterio: "González tiene más atractivo y categoría que Aznar; eso es evidente, pero no lo demuestra en la foto. No aparece su bagaje. Le falta frescura y no dice nada del futuro".
Con toda la incomodidad que le supone a Julio Anguita posar, repitió sesión fotografica. No fue por su Ángel Jiménez, un aficionado adscrito a IU, improvisó un plató natural en el jardín de la sede de la coalición para hacer los retratos del candidato. La intemperie puede ser el mejor escenario para retratar la naturalidad, pero a Jiménez le jugaron una mala pasada las sombras de un día radiante de luz. El resultado fue un retrato oscuro que debieron resolver con una nueva sesión fotográfica de Anguita, a pelo, sin maquillaje, hasta lograr el resultado buscado: "una mirada cálida que transmitiera seguridad y sinceridad", según Félix Martínez Cruz, responsable de la Comisión Electoral de izquierda Unida.
También repitió sesión Rafael Calvo Ortega, candidato del CDS, pero por otras razones. Su amigo, el jefe del Gobierno portugués, Aníbal Cavaco Silva, le recomendó retratarse rodeado de jóvenes, como hizo él. Calvo Ortega ha seguido sus consejos.
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