3.000 ciclistas toman por sorpresa la calle y obligan al alcalde a ir en metro

Alrededor de 3.000 ciclistas se echaron en la mañana de ayer a la calle, sin autorización municipal, e impusieron su ley a los automovilistas. Y también a los peatones. Muchos acudieron al parque del Retiro porque creían que se trataba del Día de la Bicicleta, pero en realidad era una marcha convocada por grupos ecologistas. En su camino, los ciclistas llegaron a atrapar al alcalde, José María Álvarez del Manzano, quien tuvo que apearse de su coche oficial y coger el metro para llegar a tiempo a un acto público.

Durante más de tres horas, la caravana ciclista paseó lentamente por el centro de Madrid. Cuando llegaba a un semáforo, en lugar de detenerse seguía su marcha con abucheos a los conductores que se cruzaban en su camino. No faltaron los percances con los automovilistas..La asociación ecologista Aedenat y el club cicloturista Pedalibre convocaron el acto para reclamar una ciudad sin ruidos de motores. Los organizadores aseguraron que el Ayuntamiento de Madrid se había negado a colaborar. "Teníamos autorización prometida de que se nos iba a escoltar, pero al final tuvimos que salir sin ningún tipo de auxilio", explicó uno de los responsables.

Sin embargo, un portavoz de la Policía Municipal replicó que la marcha no contaba con autorización del Ayuntamiento y había sido suspendida. "Nadie se preocupó de desconvocar el acto, y por eso muchas personas decidieron darse un pasee, por Madrid", explicó la misma fuente policial. Medio millar de ciclistas, en su mayoría familias con niños, abandonaron la marcha ante el riesgo que implicaba circular entre los coches.

Sólo dos ambulancias de Cruz Roja acompañaron a los 3.000 ciclistas, que a partir de las diez de mañana se dieron cita en la plaza del Ángel Caído del Retiro. Tras una pequeña espera, partieron hacia el paseo del Prado. Ocupaban más de medio kilómetro de calzada, pero con una velocidad inferior a los 10 kilómetros. Las bicicletas atravesaron la Gran Vía, Princesa, Rosales, Bailén y la Puerta del Sol antes de regresar al Retiro.

"Me han desesperado"

Pero en su recorrido los ciclistas se toparon con el alcalde, que se dirigía en su coche oficial a inaugurar siete calles en Arganzuela. Las bicicletas cercaron a Álvarez del Manzano, quien, para evitar enfrentamientos, no alertó a la policía y decidió coger el metro. El alcalde afirmó que los ciclistas le habían retenido durante más de 20 minutos: "Me han desesperado tanto que no he tenido más remedio que salir andando y coger el metro en ópera para huir de ellos". Para el alcalde, es "irregular" celebrar por su cuenta un día de la bicicleta. "En Madrid, todo el mundo sabe que hay un Día de la Bicicleta", puntualizó. La fiesta oficial de los ciclistas, prevista para el próximo 6 de junio, quedó aplazada hasta el 13 del mismo mes por la convocatoria electoral.

En la glorieta de Cuatro Caminos, los ciclistas ocuparon la calzada bajo el paso elevado, en dirección a la Castellana, sin respetar los semáforos, interrumpiendo por igual a los coches y a los peatones que intentaban cruzar.

Entre gritos contra el Ayuntamiento y algún golpe que otro en las carrocerías de los vehículos que osaban hacerse paso entre el pelotón, enfilaron Raimundo Fernández Villaverde. Los más temerarios continuaron por el paso elevado, sobre la Castellana, mientras los conductores avanzaban en fila india para no arrollar a los ciclistas, entre los que había muchos niños.

Cerca de la una, la marcha se disolvió en el parque del Retiro. Dos horas más tarde, la Policía Municipal informó del atropello de un ciclista, que sufrió lesiones leves, en la confluencia de las calles de Serrano'y Príncipe de Vergara.