La Junta de Moncloa ordena demoler las obras ilegales que hizo una vocal del PP en su casa
El concejal de Moncloa, Luis Molina, ha sancionado a una vocal de su partido, que ejerce en el distrito de Chamberí, con 330.000 pesetas de multa y el derribo inmediato de parte de las obras ejecutadas sin licencia en su piso particular. La resolución culmina, de momento, un expediente que ha tardado 17 meses en tramitarse y que ha dejado descontentas a las partes en litigio: la vocal popular y el vecino que la denunció. La militante impugnará la resolución porque la junta no ha demostrado las infracciones. El vecino también recurrirá porque considera que una infracción que afecta a un inmueble protegido y que ejecuta una arquitecta que conoce perfectamente la ley debe ser castigada con una sanción mayor.
José Manuel González de Orbe, ingeniero de 43 años, vecino del quinto piso de la calle de Altamirano, 35, adoptó hace año y medio el Reglamento de Disciplina Urbanística como su libro de cabecera. Desde finales de 1991, mantiene una batalla legal contra su vecina del piso de arriba, la vocal del PP en Chamberí Cristina de Luna Bravo, a cuenta de unas obras que ésta emprendió en su piso.El concejal de Moncloa, Luis Molina, ha culminado ahora el expediente del caso con una sanción. La resolución de Molina condena a la vocal a pagar 330.000 pesetas "por realizar obras sin licencia", parte de las cuales deberán ser demolidas al haberse modificado Ios elementos estructurales" de la casa y ampliado el volumen.
Sin embargo, la resolución de Molina no cerrará el contencioso. González de Orbe quiere impugnar la decisión del concejal por entender que se ha acogido a un artículo muy suave del Reglamento de Disciplina Urbanística. "Se ha aplicado un texto que sanciona las infracciones de las condiciones higiénico-sanitarias y estéticas, cuando debería haberse considerado el que afecta a las obras en edificaciones protegidas y que hubiera elevado la sanción a seis millones de pesetas", argumenta el vecino.
Cristina de Luna también recurrirá la sanción. La vocal no quiso hacer declaraciones sobre el caso porque espera que sean los tribunales quienes lo aclaren. Sólo quiso precisar que los - técnicos municipales que informaron sobre sus obras no llegaron nunca a verlas.
Gotas y 'estalactitas'
El proceso se inició en enero de 1992. Coincidiendo con la solicitud de la licencia (denegada un año más tarde) para unas obras que ya habían comenzado, se acumulan las denuncias del vecino, de la policía y de la propia Gerencia de Urbanismo y la Junta de Moncloa que actúan paralelamente. Según un informe del Colegio de Arquitectos, la reforma de la vivienda de la vocal del PP provocó diversos desperfectos en la casa de su vecino, como grandes manchas de humedad que incluso han creado estalactitas, grietas en varias zonas de la casa, viguetas que se han curvado, etcétera.
La gerencia y la junta decretaron entonces la paralización de las obras, advirtiendo que la desobediciencia podría conducir a "un desenlace no deseado e irreversible". Los técnicos comprobaron que se había modificado "la estructura metálica del edificio, con supresión de un pilar", y que esa obra, además, presentaba "un mal aspecto". También denunciaron la ampliación de los huecos de la fachada y la construcción de un forjado en la' terraza para ampliar el salón.
Sin embargo, las obras continuaron. Molina comentó esta semana que la junta le impuso una multa por desobediencia, que la vocal recurrió. González de Orbe, por su parte, presentó un interdicto para paralizar las obras, que el juez desestimó porque cuando falló, en enero pasado, la reforma había finalizado.El vecino considera que Luis Molina "no impidió que la vocal acabara sus obras cuando podía y debía hacerlo". "Ha defendido a los cargos políticos de su partido en contra de los vecinos, y el alcalde, que es primo segundo de la vocal y conocía el asunto desde hace más de un año, tampoco actuó", comentó.En este tiempo, la vocal sancionada ha sido confirmada en su cargo de presidenta de la Comisión de Urbanismo de Chamberí por la concejal de, este distrito, Mercedes de la Merced. Según De la Merced, Cristina de Luna le puso el cargo a disposición en varias ocasiones, pero no prescindió de ella "porque es una excelente vocal vecino".La concejal de Chamberí aseguró que nunca se interesó por el expediente que se había abierto en la Junta de Moncloa y que creyó en la versión de inocencia que le había dado su vocal. Sin embargo, el concejal de Moncloa asegura que De la Merced conocía el caso.
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