Pobreza y "cohibas"

San Juan y Martínez es un lugar de tierras rojas y vegas de tabaco en la zona de Vuelta Abajo. Aquí comenzó hace año y medio la epidemia de neuritis y, desde entonces, el temor a contraer la enfermedad se apoderó de sus 48.000 habitantes, en su mayoría guajiros duros famosos por la calidad del tabaco que cultivan. San Juan es el tercer municipio de Pinar del Río, la provincia más occidental de la isla, y posee varios asentamientos donde se encuentran las mejores vegas del mundo.Río Seco es uno de ellos, y quizá sea también la zona más castigada por la neuritis y la escasez que sufre toda Cuba. De sus tierras sale la capa que envuelve los puros Cohiba y Romeo y Julieta. Entre cosecha y cosecha antes se le daba reposo al suelo, pero ahora no: debido a la crisis, el Gobierno local orientó plantar maíz y yuca en los tapados mientras llega nuevamente la época del tabaco. También ordenó repartir vitaminas a toda la población para prevenir la neuritis.

"Sólo en Río Seco hay 150 casos", afirma Roberto Mondovi, de 26 años, médico de esta comunidad, donde viven 6.000 personas. Mondovi recuerda como si fuera ayer los primeros casos de neuritis que diagnosticó, y dice que ya entonces la mayoría de los pacientes creía que la mala alimentación era la causa de su enfermedad. "Esta es una zona donde siempre se criaron puercos y pollos, pero ahora casi no hay nada. Aquí ni con 100 pesos se consigue una gallina", asegura el joven médico.

Mondovi dice que ésta siempre ha sido una zona problematica. "La mayoría, de los guajiros de aquí tienen amebas, yardias y otros parásitos. Sólo el fin de semana pasado atendimos 20 pacientes con vómitos y diarreas", explica el doctor. "Otro de los problemas es el alto nivel de alcoholismo", dice Milady Naranjo, doctora del cercano batey Calderón. Milady atiende 220 familias, de las cuales 18 tienen un familiar con neuritis. "Aquí se bebía mucho ron, pero como no hay, se toma guarfarina. Muchas veces esto provoca intoxicaciones". La guarfarina se fabrica con azúcar, agua y levadura, pero en ocasiones el recipiente donde se fermenta es de cobre o de otro material tóxico.

La población de Río Seco se queja también del aceite y el picadillo de soja que obtienen por la cartilla de racionamiento. "Es un aceite amarillo, amarillo, que apesta al ponerlo a cocinar", asegura Juana, tabaquera del batey Santa Damiana. Su marido, Titi, dice que el picadillo de soja "es incomible", y reconoce que su paranoia es total. "Esta mañana, al levantarme, tenía un dolor tan grande en los tobillos que creí que me había cogido el beriberi", dice, mientras avanza en un Lada ruso hacia San Juan y. Martínez. No para de hablar durante los cinco kilómetros de recorrido. "En ese batey hay tres con neuritis". "En ese bohío vive una señora que lleva seis meses sin trabajar por la jodida enfermedad". Las autoridades municipales de San Juan se han visto obligadas a convertir el palacio de los pioneros en un hospital para atender a los enfermos de neuritis. "Atendemos unos 80 casos semanales, y cada 15 días viene una comisión de La Habana para estudiar los casos más difíciles", explica la doctora Bárbara Fuentes. A ella lo que más le llama la atención es que no hay un solo caso de una familia con dos enfermos de neuritis.