OptimIsmo en la Unión Europea Occidental tras las propuestas rusas para la paz en Bosnia
El Consejo de Ministros de Exteriores y Defensa de los nueve países miembros de la Unión Europea Occidental (UEO), la organización europea de defensa, reunido ayer en Roma, acogió con optimismo las propuestas de] ministro de Exteriores ruso para detener la guerra en Bosnia, que, según explicó el propio Andréi Kózirev, también ayer en la capital italiana, no constituyen un nuevo plan de paz.
Para Kózirev se trata de un conjunto de iniciativas para lograr la aplicación gradual del Plan Vance-Owen, que ha sido rechazado por los extremistas serbios de Bosnia.Portavoz de esa reacción europea favorable, a las propuestas de Kózirev, fue el ministro italiano de Exteriores, Beniamino Andreatta, presidente del Consejo de la UEO junto con Fabio Fabbri, su colega de Defensa. Tras entrevistarse el martes con el enviado de Borís Yeltsin y conocer el acuerdo de alto el fuego alcanzado en Medjugorie por musulmanes y croatas, Andreatta declaró ayer: "Si hubiera una señal de buena voluntad para reconocer a la comunidad musulmana como parte del Estado con derecho a su propio territorio, la situación cambiaría".
Javier Solana, ministro español de Exteriores, que participaba en la reunión de la UEO y que se reunió con Kózirev junto a los cancilleres de Francia, Reino Unido, Italia y Alemania, señaló que la palabra "optimismo" es siempre arriesgada en relación con la crisis yugoslava. "Pero se ve un poco de luz", dijo, tras indicar que el ministro ruso les había dado "informaciones muy valiosas".
Por su parte, Julián García Vargas, ministro de Defensa, presente también en la reunión de la UEO, subrayó que el acuerdo de Mediugorie, "aunque tiene un alcance limitado, puede ayudar a la pacificación, y puede facilitar las misiones de interposición, que son las más peligrosas".
En cuanto a Kózirev, que acaba de concluir una gira por la ex Yugoslavia durante la cual se ha entrevistado con casi todas las partes implicadas en el conflicto y que hoy viaja a Nueva York para ver al secretario de Estado norteamericano, Warren Christopher, ha insistido en Roma en que, "en este preciso momento", los principales actores de la crisis bosnia tienen una disponibilidad hacia la solución pacífica.
Dicha actitud, afirmó el ministro ruso, es el resultado de "las presiones militares y económicas ya ejercidas", que, en consecuencia, deben ser mantenidas. Tal es el objetivo de las cuatro propuestas rusas: plena aplicación de las resoluciones de las Naciones Unidas; cierre total de las fronteras entre Bosnia y Serbia; creación inmediata de zonas de seguridad en Bosnia-Herzegovina y próxima creación de un tribunal internacional que se ocupe de los crímenes de guerra en la ex Yugoslavia. Rusia ha expresado, además, su disponibilidad para enviar tropas a la frontera serbo-bosnia.
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