Los unos y los 'otros'
La convocatoria del 6 de junio ha convertido a los jóvenes en uno de los objetivos electorales prioritarios. A la hora de buscar una descripción política de la juventud, hemos pedido a cada partido que realice un perfil de sus contrincantes políticos. Tanto Miguel Chover, Secretario de Organización de Juventudes Socialistas, como Pedro Calvo, Presidente de Nuevas Generaciones, coinciden en la descripción de un cierto pesimismo dominante en los jóvenes españoles de hoy. Pero las razones son bien distintas para uno y para otro.Los jóvenes del PSOE, según Nuevas Generaciones, tienen, como la juventud conservadora, un mayor compromiso político y social. Padecen una cierta crisis de identidad, no tienen ilusión, están atrapados entre el hastío, la rebeldía y la esclerotización. Han perdido su capacidad de reivindicación, de crítica. Ya no constituyen la vanguardia, entendiéndose por ella una constante por adelantarse a ciertas demandas sociales.
Para el representante de Nuevas Generaciones, los jóvenes españoles sólo han conocido el socialismo y ahora apuestan por un cambio. Según las encuestas y sondeos elaborados por el Partido Popular, los nuevos votantes (todos los jóvenes entre 18 y 21 años) se inclinan mayoritariamente por la opción conservadora. Según Pedro Calvo, la visión que tiene la juventud de los compromisos políticos es "como un contrato mutuo". Felipe González representa lo caduco, la generación de sus padres. De ahí que le piten en la Universidad. Los políticos no han entendido cómo han podido pasar de ser la fuerza más dinámica de la transición a su pasividad actual, no han sabido entender las razones de su abstencionismo, cuando se trata de una manifestación de protesta. La presencia de la gente joven en política debe ser mayor. En el caso del PP, son muchos los candidatos y representantes con menos de 30 años.
Según los socialistas, los jóvenes del PP pertenecen a las clases medias y altas de la sociedad. Son universitarios y llevan a cabo profesiones liberales. Han entrado en la espiral de la competitividad, del individualismo. Tras la caída de ciertos tópicos del socialismo, se buscan la vida lejos del conjunto de la sociedad. Dada la situación de crisis económica, se percibe en ellos una menor solidaridad.
Los socialistas ven en la juventud un vacío ideológico y una falta de compromisos concretos. Son generaciones que no han luchado por la democracia, se la han encontrado hecha. Esta herencia ha provocado una comodidad que les hace ser exigentes, pero poco sacrificados. Son profundamente contradictorios y poco participativos. Son libres, antirracistas, ecologistas. También rechazan un compromiso político global y prefieren los acuerdos puntuales en temas que le afectan directamente. Su rebeldía hacia el poder establecido puede provocar un voto de castigo en estas elecciones, sobre todo teniendo en cuenta que los jóvenes conservadores parecen menos abstencionistas.
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