El 90% de la plantilla de La Seda inicia en junio un expediente de empleo de 10 meses
Unos 1.800 trabajadores de La Seda -el 90% de la plantilla- comenzarán en junio una regulación de empleo de 10 meses, aunque ningún trabajador estará más de tres meses en regulación. Este expediente afectará a los centros de El Prat (Barcelona) y Alcalá de Henares (Madrid) y es el paso previo a la supresión de 334 empleos fijos.
Los trabajadores cobrarán durante el periodo de regulación el 94% de su salario. En la actualidad hay en la empresa 270 trabajadores de 58 años o más, susceptibles de ser prejubilados. La Seda atraviesa una fuerte crisis desde la salida hace dos años de su socio histórico, el grupo holandés Akzo. La Seda es la primera firma española de fibras con unas ventas anuales de 18.000 millones de pesetas.Por su parte, la dirección de La Seda se ha comprometido a invertir antes de seis meses un total de 2.000 millones de pesetas. De esta cantidad, 1.000 millones se destinarán a aumentar la capacidad de producción de la planta de gránulos de botella y otros 1.000 millones a adecuar las instalaciones de hilo de Alcalá de Henares. En esta última factoría está prácticamente decidido el cierre de la línea de poliamida textil, según se contempla en el plan industrial de la compañía, discutido y aceptado por las centrales sindicales. Los fondos necesarios para esta inversión provendrán de la venta de terrenos de El Prat y de la sede social, en la Vía Augusta, en pleno centro de Barcelona. Este inmueble, valorado en unos 3.000 millones de pesetas, es propiedad del patronato de los trabajadores. La Generalitat, que concedió un aval a la empresa hace un año, está interesada en comprar el inmueble.
El expediente -que se aplicará de forma rotatoria para que ningún trabajador permanezca en regulación más de tres meses- ha sido pactado por la empresa y los sindicatos y deberá ser ratificado mañana en una asamblea de trabajadores para su firma el próximo viernes.
La empresa y los sindicatos de La Seda han establecido un calendario para el pago de las cantidades que la compañía adeuda a los trabajadores, que asciende a 700.000 pesetas por empleado. Para el pago de esta deuda, la empresa tiene muy adelantadas las negociaciones para la venta de una parte de los activos no ligados a la producción. En concreto, se ha cerrado el acuerdo para vender una participación en la central de cogeneración de electricidad de la planta de Terlenka, en El Prat, a la empresa Courtalds, de fibras acrílicas.
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