Patronal y sindicatos llegan a un acuerdo para acabar el paro del metal en Alemania

La huelga del metal llegó a su fin ayer en Alemania al renunciar la patronal a romper el modelo de negociación sectorial y aceptar de nuevo el convenio firmado en 1991 en la antigua Alemania comunista, que contemplaba la igualación de los salarios de los metalúrgicos de la ex RDA con los del resto del país. El acuerdo deberá ser ratifícado el próximo lunes por las bases del sindicato.

El sindicato IG Metall y la patronal Gesamtmetall llegaron a un acuerdo que pone fin a la huelga iniciada el pasado día 3 y que amenazaba con extenderse a todo el país. La equiparación de los salarios, sin embargo, se aplaza de 1994 hasta el 1 de julio de 1996, aunque en diciembre de este año se producirá la subida prevista de un 26%.A mediodía de ayer, tras más de 20 horas de negociaciones en la ciudad de Dresde, moderadas en parte por el ministro presidente de Sajonia Kurt Biedenkopf, las dos partes anunciaron que habían llegado a un acuerdo. Hemos llegado hasta el límite absoluto de nuestras posibilidades para atender a las peticiones de los trabajadores", dijo Hans Peter Münter, que encabezaba el equipo de Gesamtimetall, añadiendo que se había llegado a un doloroso compromiso". La patronal, sin embargo, ha conseguido introducir una claúsula por la que se autoriza a las empresas que sufren graves dificultades financieras a pagar salarios por debajo de los establecidos en el convenio.

Hasso Düvel, el jefe negociador de la IG Metall, por su parte, calificó el acuerdo de "bueno y aceptable", indicando que no duda que será aprobado por los miembros del sindicato que deben votar sobre el mismo durante el próximo lunes y martes.

Aplazamiento

"Hay cosas en el acuerdo que no me gustan, pero espero que haya otras cosas que a los empresarios no les gusten nada", declaró el líder del metal.El acuerdo alcanzado aplaza la equiparación de los salarios de los metalúrgicos de la ex RDA con los de occidente hasta 1996, cuando en el convenio inicial esto debía producirse en 1994. Asimismo, la subida prevista para este año de un 26% se mantiene, pero en lugar de ser efectiva desde el pasado primero de abril, como estaba pactado, lo será a partir del primero de diciembre. La patronal, cuando rechazó el convenio de 1991 ofreció a cambio una subida lineal de un 9%.

Las huelgas que debían comenzar el lunes en los Estados de Sajonia-Anhalt, Turingia y Brandeburgo, así como las acciones de solidaridad que han venido llevando a cabo los metalúrgicos de la parte occidental del país, han sido canceladas. Los más de 40.000 obreros de los estados de Sajonia y Mecklemburgo, que han llevado el peso de la huelga, sin embargo, no se reintegrarán al trabajo hasta que el próximo miércoles se conozca el resultado de la votación sobre el acuerdo conseguido ayer en la capital sajona. Fuentes de la IG Metall se mostraban ayer confiadas en que la votación será positiva.

Una buena parte del éxito de esta maratoniana negociación, que se extendió durante más de 20 horas en un hotel de lujo de Dresde, se debe al democristiano Biedenkopf, que Gobierna en Sajonia y que durante las primeras siete horas de la misma consiguió poner de acuerdo a las dos partes sobre el "punto clave". Pese a que no se ha hecho público cuál era este obstáculo, es de suponer que se trata de la aceptación básica por parte de la patronal del convenio firmado en 199 1, con lo que quedaba a salvo el principio de la irreversibilidad de los convenios.