Cumpleaños agitado
EL PAÍS, El mecanismo de cambios del Sistema Monetario Europeo (SME), o lo que queda de él tras los desgarros de los últimos meses, cumplió 14 años precisamente ayer, en medio de su cuarta crisis en nueve meses. Se trata de un acuerdo entre los bancos centrales de los países de la CE -excepto Grecia- para limitar las fluctuaciones de sus monedas. Para ello, se fijan tipos de cambio centrales y la posibilidad de fluctuar en una banda, que en el caso de la peseta y el escudo es del 6% y en del resto de divisas, un 2,25%.
Los acuerdos prevén que, en el caso de que dos monedas alcancen su límite bilateral máximo, los bancos centrales de los países respectivos intervengan en el mercado para evitar que éstas se salgan de la banda asignada. Cuando la presión del mercado supera la capacidad de resistencia de la autoridad monetaria correspondiente, sólo caben dos posibilidades: Devaluar o salirse del SME y dejar flotar la divisa.
Ambas medidas se deciden en el seno del Comité Monetario de la CE. Son los vigilantes del sistema. El Comité, que se reunió ayer en Bruselas de forma ordinaria, como cada mes, está formado por los doce socios comunitarios. Cada país tiene dos representantes en el Comité: el subgobernador del banco central y el director general del Tesoro.
El SME y el mecanismo de cambios se crearon al mismo tiempo, en 1979. Ambos han vivido tiempos agitados en los últimos meses, desde que en el verano pasado el no a Maastricht de Dinamarca, la incertidumbre sobre la Unión Monetaria y Económica europea, y el desplome del dólar convirtieron al marco alemán en moneda refugio, poniendo contra las cuerdas al resto de monedas del SME. Desde entonces la libra y la lira han abandonado el sistema; la peseta, el escudo y la fibra irlandesa se han devaluado-. Todo un récord para un sistema creado para garantizar paridades fijas y estabilidad cambiaria.
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