Aznar cree urgente la salida de González de La Moncloa por llamar vagos a los parados
VICTORINO RUIZ DE AZÚA, El presidente del Partido Popular (PP), José María Aznar, prosiguió ayer en Málaga su ofensiva contra Felipe González, cuyo relevo en la presidencia del Gobierno consideró "urgente" por llamar "vagos a los parados, con el argumento de que en España no trabaja el que no quiere". En un mitin ante unas 9.000 personas en la plaza de toros de la Malagueta, Aznar acusó al líder socialista de convertir las elecciones en una cuestión personal "por su obsesión de poder" y le advirtió que le barrerá en los debates de televisión.
"Ha llegado a llamar vagos a los parados", dijo Aznar en referencia a unas declaraciones del pasado viernes en las que Felipe González afirmó que "hay españoles que pueden trabajar y no quieren". "Es lo que faltaba, es inconcebible. ¿Por qué no mira a los ojos antes a muchas familias que lo están pasando mal, a muchos jóvenes que no pueden encontrar su primer trabajo, a muchos españoles que querrían producir riqueza y no pueden", continuó el presidente del Partido Popular.Aznar está más crecido a medida que progresa la campaña. Ayer quiso dejar claro que a su rival en la carrera por La Moncloa no le va a pasar ni una. Sin corbata y con ropa más informal que de costumbre, anunció que los populares "van a devolver España a los ciudadanos", porque los socialistas "se han creído que el Gobierno es suyo, que la democracia es suya, que la estabilidad es suya y que España es suya".
Aznar reiteró que los socialistas no pueden declararse herederos del centrismo. Como prueba, se refirió a un artículo del ex jefe del Gobierno y sucesor de Adolfo Suárez, Leopoldo Calvo Sotelo, en el que reivindica el espíritu de la UCD para concluir que entre el PSOE de Felipe González y de Alfonso Guerra y el PP de José María Aznar y Francisco Álvarez Cascos, él prefiere al segundo. Aznar arrancó una ovación al agradecer su apoyo a Calvo Sotelo, al que calificó de "amigo".
El candidato del PP advirtió a los pensionistas que el único riesgo para sus percepciones no es que gane el PP, "sino que Felipe González y el PSOE sigan en el Gobierno", añadió que su rival no cree en nada y por eso se aferra al poder a costa de cualquier cosa, y remató acusándole de descalificar a todos los que discrepan de su política.
El secretario general del PP, Francisco Álvarez Cascos, decid¡ do a cumplir en los mítines un papel paralelo al de Alfonso Guerra, intervino antes que Aznar y escenificó una especie de alegato fiscal a propósito del caso Filesa contra González, al que conminó a comparecer voluntariamente ante el juez Marino Barbero, "como testigo, para denunciar a los culpables, o como autoinculpado, como máximo responsable" de "un pelotazo de 1.200 millones de pesetas que ha servido para financiar al PSOE".
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