"La historia hace justicia a todo el mundo"
Demetrio Madrid, de 57 años, saltó a la fama en 1986 al ser el primer presidente autonómico que dimitió para enfrentarse a un proceso judicial. Tras su absolución, el número uno del PSOE por Zamora es presentado por los socialistas como un "ejemplo de honradez".
Desde que dimitió como presidente de la Junta de Castilla y León en 1986 para enfrentarse a un proceso judicial relacionado con su antigua empresa textil Pekus, a Demetrio Madrid López, 57 años, le persigue una aureola de honestidad política que el propio presidente del Gobierno, Felipe González, ha querido recuperar ahora. Demetrio Madrid está convencido de que "la historia hace justicia a todo el mundo", aunque reconoce estar "aburrido, más que cansado", de que solamente se le valore por su dimisión de entonces y no se le tengan en cuenta sus otras aptitudes. "También sé gobernar", reivindica el número uno de la candidatura del partido socialista por Zamora.Pregunta: Un abrazo, como dijo Jesús Quijano, ¿es suficiente para que la historia le haga justicia?
Respuesta: La historia hace justicia a todo el mundo, no solamente a mí. El paso del tiempo va poniendo a las personas en su sitio y aunque a veces la vida nos parece corta, da tiempo a saber quién es quién.
P. Su recuperación ha dejado fuera de las listas a Carlos Romero...
R. Yo no he dejado fuera de las listas a nadie. He encabezado la candidatura al Congreso de los Diputados por Zamora desde el periodo constituyente y hasta 1982. Posteriormente dimití para ser el primer presidente de la Junta de Castilla y León y he seguido siendo número uno, sucesivamente, en las listas autonómicas. Me parece correcto y educado el agradecimiento que se le ha tributado a Carlos Romero y espero que siga trabajando en el partido.
P. ¿Está harto de que le sigan utilizado como estereotipo de honradez política?
R. No, harto no. Lo que pasa es que se confunden los planos, porque el origen de mi situación no tuvo nada que ver con situaciones de corrupción. Reconozco que durante todo este tiempo no he sido capaz de poner cada cosa en su sitio y dejar claro que lo mío fue una situación privada y personal. Y en eso me he sentido decepcionado, sí.
P. Además de la imagen de honradez política ¿qué puede aportar al proyecto del partido socialista?
R. También sé gobernar y si yo no tuviera la sensación de que tengo que aportar cosas a la vida pública y a la imaginación de gobernar nuestro país, con una cooperación aunque sea modesta, no estaría aquí.
P. ¿Aspira a alguna responsabilidad en el Gobierno de la Nación, si ganan, o sigue con la vista puesta en la presidencia de la Junta de Castilla y León?
R. Los socialistas hemos sido responsables de poner en marcha esta comunidad autónoma, pero cuando uno está en la vida política no puede acotar su actividad. No tengo ninguna limitación personal, ni quiero ponerme ningún techo. Lo qué me gustaría, en todo caso, es ser concejal de mi pueblo, Villaralbo.
P. Usted ha dicho que estas elecciones son una cuestión de Estado.
R. Dije que es una cuestión de Estado que los socialistas estén en el poder, porque en la derecha, como se está viendo con los casos de León, Burgos o Cantabria, no hay seguridad, no hay una presencia homogénea en el propio partido. Y eso se trasladaría al Gobierno, si tienen oportunidad de gobernar.
P. ¿Y el cielo les va a proteger a ustedes para alcanzar el Gobierno, como dijo el domingo?
R. Hay una parte importante de votantes y militantes del PSOE que tienen una clara convicción y sentimientos de creyentes, inspirados con la formación de lo mejor que puede tener el humanismo cristiano. Es más, yo veo que en mi propio partido esos sentimientos y esas ideas están más a flor de piel que en el Partido Popular.
P. Eso dígaselo al obispo de Mondoñedo.
R. En el PSOE nunca se ha dicho a los militantes que tengan que practicar una determinada religión o ir a misa. Conozco a bastantes obispos y desde luego que la posición del obispo de Mondoñedo no es la mayoritaria. Creo que hay muchos obispos progresistas y la postura del de Mondoñedo es una situación excepcional y así hay que tomarla.
P. Usted ha dicho, poco menos, que José María Aznar lo va a pri
R. El estilo de privatizar que tiene José María Aznar ya lo demostró en Castilla y León cuando fue presidente. Incluso, simbólicamente, privatizó el día de Villalar, el día de la región, separando y divorciando al común del pueblo. Voy a pedir públicamente un debate con él, porque como ex presidente de esta comunidad, igual que yo, creo que hay que aclarar algunas cosas, sobre todo en torno a su estilo de gobierno.
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