Los jueces interrogan a la hermana de Achille Occhetto, lider del PDS
Las investigaciones judiciales sobre la corrupción relacionada con la financiación ilegal de los partidos se aproximan al desaparecido Partido Comunista Italiano (PCI), con la misma velocidad que su heredero principal, el Partido Democrático de la Izquierda (PDS), se acerca al poder y al Gobierno.
Los magistrados de Milán que llevan los sumarios de la llamada Tangentópolis -el escándalo que toma nombre de la palabra tangente utilizada en Italia como sinónimo de comisión ilegal- interrogaron ayer a Paola Occhetto, la hermana de Achille Occhetto, el líder del PDS.
El motivo del interrogatorio era aclarar el presunto ingreso realizado por Paola de una transferencia de 1.050 millones de liras (cerca de 80 millones de pesetas) a través de la Deutsche Bank desde Berlín Este. Los magistrados sospechan que este dinero pudo servir para sufragar las deudas de L'Unitá el periódico del partido.
Al parecer, Paola Occhetto negó haber recibido tal dinero, así como haber conocido a Primo Greganti, un pequeño empresario anteriormente ligado al antiguo partido comunista. Greganti lleva semanas en la cárcel porque afirma que los más de 600 millones de liras (cerca de 50 millones de pesetas) que recibió en Suiza, de una empresa del grupo Ferruzzi, eran para él y no para el partido.
Otro ex comunista que fue consejero de la los ferrocarriles estatales italianos ha implicado asímismo al PCI y al PDS en la percepción de comisiones derivadas de diversos contratos. Hasta el momento, los jueces no han practicado ninguna detención ni abierto sumarios que sancionen definitivamente estos indicios.
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