Doble división en Bashkortostán
ENVIADO ESPECIALLos habitantes de Bashkortostán acudieron ayer a las urnas divididos no sólo ante la política que desde Moscú aplica el presidente ruso, Borís Yeltsin, sino también sobre la necesidad de luchar por la independencia económica de esta república, una de las más ricas de la Federacion Rusa. Contra esta independencia han hecho frente común los rusos, y lo que es extra no a primera vista, los tártaros, quienes cultural y lingüística mente tienen mucho en común con los bashkirios.
Ufá, la capital de Bashkortostán, no se parecía en nada ayer a una ciudad en la que se celebraban unos comicios decisivos no sólo para el destino de Rusia, sino también para el futuro de esta república petrolera. No había, como en otras ocasiones, banderas rojas que indicaran dónde se encuentran los colegios electorales, ni pancartas en la ciudad invitando a la población a votar. En los mismos colegios, no funcionaban las cantinas de otras épocas, donde uno podía comprar a precios asequibles productos que comúnmente no se vendían en las tiendas estatales. De no ser por estas ausencias, uno diría que desde la época soviética nada ha cambiado en Bashkortostán: los lenines siguen en su lugar en las plazas y la calle principal, por supuesto, se llama Lenin.
"Bashkortostán es el territorio donde la nomenklatura del ex PCUS tiene más fuerza que en ninguna otra región rusa", afirma Rádik Rajmadulin, presidente del Comité de Apoyo al Presidente Yeltsin.
Los que en el nublado y a ratos lluvioso día de ayer fueron a votar recibieron cinco papeletas Además de las cuatro preguntas aprobadas por el Congreso de Diputados, las autoridades locales agregaron una quinta sobre la independencia económica de Bashkortostán. Las papeletas fueron impresas en los tres idiomas de las nacionalidades más numerosas de la república: rusos (39%), tártaros (28,4%) y bashkirios (22%).
Independencia económica
Los dirigentes de las organizaciones rusas han hecho propaganda contra la independencia económica, pues opinan que ésta es sólo un pretexto para impedir que a la república lleguen las reformas propias de una economía de mercado. Los dirigentes del movimiento tártaro -pueblo al igual que el bashkirio de idioma túrquico y cultura musulmana- también están en contra, pero por otras razones: temen que las ventajas que están obteniendo los bashkirios aumentarán en detrimento de los tártaros.
Partidos que a nivel federal tienen posiciones opuestas, en Bashkortostán se han unido contra las autoridades locales. Y si en Moscú los demócratas radicales son enemigos de los seguidores del vicepresidente Alexándr Rutskói y de los nacionalistas rusos, en Ufá se han aliado contra la nomenklatura local, contraria a las reformas económicas. Baste decir que en Bashkortostán, por ley, se prohíbe la propiedad privada de la tierra.
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