Bocadillos de mortadela

El presidente del Gobierno, Felipe González, tuvo ayer como telonero al presidente de la Comunidad extremeña, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, que cumplió a la perfección su papel de calentar el ambiente. Ante la vista de las 10.000 personas que abarrotaban el polideportivo de Badajoz se animó y empezó atacando. "Mañana algunos dirán que quienes estáis aquí lo habéis hecho por un bocadillo de mortadela y 1.000 pesetas, pero como dirán que hay sólo 2.000 personas y habremos repartido 15.000 bocadillos, tendremos problemas para justificar los gastos electorales ante el Tribunal de Cuentas, por lo que pido a los medios de comunicación objetivos e independientes que tomen buena nota de los asistentes".En este primer mitin preelectoral de Felipe González, se produjo, además, el primer ensayo de integración entre guerristas y renovadores. Felipe González llegó acompañado de su esposa, Carmen Romero; de los miembros de la ejecutiva federal, Francisco Fernández Marugán, Alejandro Cercas y José María Maravall, así como del candidato a diputado sevillano Luis Yáñez y su esposa, Carmen Hermosín, miembro del Gobierno andaluz. González, una vez más, demostró que está por encima de sectores de su partido y con el mismo afecto se refería desde su tribuna a Juan Carlos Rodríguez Ibarra que a José María Maravall, aludido por su tarea al frente del Ministerio de Educación.

El PSOE extremeño, de dilatada reputación guerrista, recibió con entusiasmo a Felipe González y al frente de la aclamación se puso Rodríguez Ibarra. "Felipe, cuenta con este pueblo para llevar adelante un proyecto progresista y cuenta con 13 parlamentarios extremeños para que ayuden a que vuelvas a ser el presidente del Gobierno de todos los españoles", le prometió el presidente de Extremadura. Carmen Romero aplaudía con igual entusiasmo a Rodríguez Ibarra que a su marido, Felipe González.

Rodríguez Ibarra tuvo una intervención vibrante defendiendo a su pueblo por ser tachado de "ignorante" por votar al PSOE. "¿Por qué se empeñan en insultarnos cuando los extremeños votamos libremente lo que consideramos que es bueno para este país", se preguntó Rodríguez Ibarra. El presidente extremeño aportó el dato de que en Madrid un 92% de los desempleados tienen subsidio, en tanto que en Extremadura se queda en el 58%, "a pesar de que es aquí donde se dice que el voto está cautivo". Rodríguez Ibarra aventuró que, después del día 6, a la derecha extremeña "le va a dar el infarto cuando vea desde el Casino, detrás de los cristales, que los trabajadores no se quitan la gorra para entrar en el Ayuntamiento".