_
_
_
_
Tribuna:
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

La carencia de formación

La formación profesional se convierte en un aspecto fundamental pata incrementar la competitividad de las empresas, reducir los desequilibrios, macroeconómicos y cumplir además con las condiciones establecidas en Maastriclit a juicio del autor., En su criterio, como resultado de la falta de formación profesional, se puede ver frenada la inversión extranjera, y la movilidad geográfica, alterada.

La convergencia de España con los países comunitarios debe pasar por un crecimiento económico sostenido, por la reducción de los desequilibrios macroeconómicos y por la competitividad de las empresas. A este respecto, es necesario reducir la tasa de desempleo, la inflación, el déficit público y el de la balanza de pagos, así como incrementar la productividad y mejorar el diseño y la calidad de los productos. La formación profesional se convierte en un aspecto fundamental para incrementar- la competitividad de las empresas, reducir los desequilibrios macroeconómicos y cumplir además con las condiciones establecidas en Maastricht:

a) La reducción de la tasa de desempleo. Una formación profesional correcta permitirá que los jóvenes puedan incorporarse al mercado de trabajo, y que los trabajadores que pertenecen a la plantilla de las actuales empresas puedan permanecer en las mismas, y que los empleados que han perdido su puesto y necesitan adaptarse a una nueva categoría, o a los avances tecnológicos, puedan encontrar, con una mayor seguridad, un empleo.

Así, la formación profesional permitirá reducir la segmentación del desempleo en razón del grupo de edad. La alta tasa de paro juvenil puede explicarse, en una gran parte, porque los niveles retributivos no se ajustan a la utilidad de los conocimientos aportados y las empresas, por un escaso margen de retribución, prefieren a un empleado ya formado, y así no incurrir en el coste de reciclar a un joven sin experiencia. La demandada movilidad funcional, encorsetada actualmente por las ordenanzas laborales, no podrá ser efectiva si no se incrementa la formación continua. Por otro lado, los altos costes reales de despido, por encima de los ya legalmente elevados, son provocados, en parte, por centrarse sobre aquella parte de la plantilla con alta antigüedad y que, debido a su escasa formación, no se ha adaptado a los cambios tecnológicos.

Como resultado de la falta de formación profesional, se puede. ver frenada la inversión extranjera, y la movilidad geográfica, alterada. Así, un factor básico para un flujo constante de inversión extranjera es contar con una mano de obra adecuada. Ante la inexistencia en determinadas zonas de trabajadores cualificados, han tenido que existir compromisos previos gubernamentales de formación para asegurar la inversión. Igualmente, parece dificil explicar cómo gran parte de la mano de obra de los sectores de hostelería y construcción de Canarias ha tenido que trasladarse desde la Penínsulá, cuando la tasa de paro en esa comunidad es de las mayores del país.

b) Inflación. La mayor cualificación puede ayudar a reducir el incremento de los precios. Una parte relevante de los altos incrementos salariales registrados en la última década proviene de la escasez de determinados profesionales cualificados, que obliga a los gestores empresariales a una carrera por fichar a los empleados de alguno de sus competidores. Esta escasez es incluso más dramática en algunos niveles intermedios, y no está acorde con la fuerte tasa nominal de desempleo.

Oferta y demanda

Si la oferta de trabajo se adecuara a la demanda, se moderarían los incrementos salariales desmesurados de determinadas categorías, provocados por la escasez de trabajadores cualificados. ¿Es lógico que se hayan pagado sueldos desproporcionados en determinados puestos de trabajo en la Expo de Sevilla y en los Juegos Olímpicos de Barcelona, cuando a menos de treinta kilómetros de esas ciudades había bolsas de paro con jóvenes o adultos sin cualificación que, de existir una mejor formación profesional, podían haber desarrollado per fectamente esos trabajos?

Una población afortunada adecuadamente supone menores recursos públicos para gastos en protección al desempleo y servicios públicos de empleo. De esta forma, no habrá que dedicar una mayor financiación para estos conceptos y, en consecuencia, no será necesario incrementar. la presión fiscal de los empresarios y trabajadores, con menores traslaciones a los precios, y se podrá producir una mayor generación de puestos de trabajo.

Igualmente, una deficiente formación profesional lleva aparejada una baja productividad en las empresas. Así, los aumentos de las retribuciones reales de sus trabajadores dan lugar, si se trasladan a los precios de los productos, a una mayor inflación.

c) Necesidades de financiación pública. Un sistema de formación profesional reglada, adecuado a las necesidades productivas, exigirá menos recursos públicos y privados. La disociación educación-trabajo durante décadas ha provocado que las empresas tuvieran que volver a formar a los estudiantes incorporados al mundo productivo y, en consecuencia, duplicar con sus recursos lo ya gastado presupuestariamente. Los jóvenes poseen conocimientos teóricos, pero escasos conocimientos tecnológicos y productivos, con lo cual se ven incapacitados para cubrir adecuadamente un puesto de trabajo.

En segundo lugar, muchos desempleados adultos, al no estar reciclados adecuadamente, no encuentran trabajo en las empresas y terminan anclados de forma permanente en el subsidio de desempleo. Lo cual deriva en un aumento estructural de los gastos de protección de desempleo y de los servicios públicos del Inem.

En tercer lugar la falta de cualificación profesional puede provocar otros efectos negativos indirectos sobre las cuentas públicas y privadas, tales como mayores gastos sanitarios y pérdidas de producción motivadas por accidentes laborales, así como un e evado numero e pensiones por invalidez y de desembolsos por incapacidad laboral transitoria. Al final, todos estos gastos tendrán que ser financia dos por impuestos y cotizaciones de empresarios y trabajadores y por mayores recursos privados.

Por último, hasta el momento los fondos públicos para formación ocupacional, tanto los provenientes del Presupuesto del Estado como los del Fondo Social Europeo, no han sido aprovechados de la forma más eficaz posible, al primar más la cantidad que la calidad, y más la realizació de los cursos en el Inem que en las empresas.

d) Déficit de la balanza de pagos. La adecuación de la oferta a la demanda de trabajo mediante una mejora de la formación profesional ayudará al equilibrio de la balanza comercial, de servicios y de capital. Por un lado, un número más elevado de trabajadores más cualificados permitirá una mayor productividad, lo cual supondrá menores precios y mejor calidad de los productos, facilitando su exportación. Además, de esta manera,, se podrá hacer frente de forma más eficaz a las importaciones de productos faráneos. Por otro lado, la balanza de servicios -a través del turismo- permitirá un superávit más elevado, dado que los gastos en formación profesional derivarán -en el sector de hostelería- en una relación calidad/ precio más razonable. Finalmente, la inversión extranjera -al contar con una mano de obra cualificada y adaptada al desarrollo tecnológico- podrá incrementarse, permitiendo compensar el desequilibrio de la balanza por cuenta corriente.

Generación de empleo

En consecuencia, si se quiere incrementar la competitividad de las empresas y converger con Europa, en inflación, déficit público, equilibrio en la balanza de pagos, y generar un mayor nivel de empleo, es necesario:

1. Incrementar los recursos dedicados a la formación profesional, tanto, los, de carácter público como privado. Actualmente, España dedica a este concepto una cantidad, en relación al PIB, que es la mitad de los países de la OCDE. Asimismo, las empresas españolas, frente. al resto de las comunitarias, sólo asignan a este capítulo, en relación a los costes laborales, una séptima parte de lo que dedican sus homólogas europeas.

2. Reestructurar los cursos de formación ocupacional y desarrollar en las empresas las prácticas de la formación profesional reglada. Las cámaras de comercio podrán desempeñar, tal como sucede en otros países occidentales, a partir del convenio firmado recientemente con el Ministerio de, Educación y Ciencia, un papel fundamental para el desarrollo y aplicación práctica de este tipo de formación.

Si se cumplen estas dos premisas, se podrá aumentar la productividad, permitiendo que el incremento de los salarios reales no, afecte negativamente a, la inflación. Igualmente, se reducirá el paro friccional y, se mejorará la competitividad de los productos españoles,, tanto en precio como en la calidad de los mismos, de forma que se in1crementarán las exportaciones y, en consecuencia, el empleo. Es indudable que la formacion profesional debe recuperar su protagonismo en la sociedad, el cual nunca debió perder. La competitividad de las empresas así lo exige, y par a su consecución es condición necesaria la, colaboración de los poderes públicos, y de los interlocutores sociales.

es codirector del estudio La formación profesional en el nuevo contexto europeo, que ha sido editado por el Consejo Superior de las Cámaras de Comercio.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_