El olvido arruina el único castillo de Madrid

El castillo de la Alameda, el único existente en el casco urbano de Madrid, está a punto de desaparecer. Situado en pleno distrito de Barajas, en la confluencia de las calles de Joaquín Ibarra y Antonio Sancha, su estructura medieval se tambalea, sometida a continuos saqueos y al olvido de las autoridades competentes. Las administraciones autónoma y municipal, enzarzadas en mutuas acusaciones sobre la responsabilidad del deterioro, permanecen impasibles ante el próximo fin de la última fortaleza histórica de Madrid.

De hecho, hoy sólo quedan en pie un torreón semiderruido de casi seis metros de altura, varios metros del grueso muro Interior y pequeños restos de su primitiva muralla circundante. Rodeado por un profundo foso, medio cegado por desperdicios y basuras, las piedras de la fortaleza medieval se encuentran cubiertas de pintadas. Alguno de sus sillares adornan los chalés de los alrededores.El castillo se levanta en terrenos municipales. Un decreto de 1949 declara que "todos los castillos de España, cualquiera que sea su estado, quedan bajo la protección del Estado, que impedirá daños sobre estas fortificaciones". Ese mismo decreto hace responsables, en su artículo 20, a los ayuntamientos de todo el daño que pudiera sobrevenirles.

Sin embargo, el Ayuntamiento de Madrid se ha desentendido completamente de sus responsabilidades. Andrés Martínez Jerez, representante de la Asociación de Vecinos Alameda de Osuna, comenta: "Hace años, ante nuestras continuas quejas, el concejal de distrito se avino a colocar una débil verja en torno a su perímetro, pero pronto fue derribada por los gamberros y desde entonces nadie se ha vuelto a preocupar". Martínez asegura que en varias ocasiones han pedido que se prohíba el paso a su interior.

La Comunidad de Madrid, sin embargo, a mediados de los ochenta llevó a cabo algunas labores de consolidación de la estructura y realizó prospecciones en sus alrededores. Entonces se descubrió que el castillo había sido levantado sobre uno de los más importantes poblados calcolíticos de España. Los expertos consideran que los restos hallados datan de hace 3.000 años y los sitúan en el periodo que transcurre entre la Edad de Hierro y la de Bronce.

Sin embargo, ante la falta de recursos, el departamento de arqueología de la Comunidad terminó cegando los túneles encontrados para evitar posibles saqueos. Fueron los últimos trabajos.

Construido en el siglo XVI

El actual castillo, levantado posiblemente sobre una anterior construcción musulmana, fue levantado en el siglo XVI por, los condes de Barajas. Durante el reinado de Felipe II contaba con una dotación de artillería compuesta por ocho cañones y una guarnición importante de soldados. En 1580 fue utilizado por el duque de Alba para preparar su campaña de Portugal. A principios M siglo XVII sirvió como mazmorra al duque de Osuna. Según las publicaciones de la Asociación Española de Amigos de los Castillos, el duque murió en él y su cuerpo fue enterrado en un islote del cercano parque de El Capricho.

El catedrático de Geografía e Historia Manuel Montero, cree que "es muy triste que el único castillo que se levanta en nuestra ciudad", recalca, "junto con el antiguo alcázar (hoy Palacio Real), se halle en semejante estado de abandono". Para el historiador, "parece mentira que, ante la dejadez administrativa, esta valiosa fortaleza todavía subsista. De las millonarias inversiones que se han realizado en el cercano Olivar de la Hinojosa no se ha destinado ni una sola peseta para la fortificación y era una oportunidad única".

Tanto el actual concejal del distrito de Barajas, Jorge Tapia, como el director general del Patrimonio de la Comunidad de Madrid, Miguel Ángel Castillo, han evitado responder a las preguntas de este periódico sobre el tema.