La semana más larga

Lunes, 5 de abril: El secretario de organización del PSOE, Txiki Benegas, hace pública una carta de dimisión, enviada a Felipe González cuatro días antes. Es la respuesta del aparato del PSOE a la decisión pública de Felipe González de pedir reponsabilidades políticas a la dirección socialista por el caso Filesa.

La decisión de Benegas fue personal y el propio Alfonso Guerra trató de disuadirle de hacerla pública en las escaleras de Ferraz, momentos antes de subir a la cuarta planta para poner el fax. Mientras pone en marcha el fax, Benegas habla por teléfono con Felipe González y le comunica su decisión. González le responde: "Me habría gustado que no lo hubieras hecho".

Martes, 6: González está en estrecho contacto con el ministro del Interior, José Luis Corcuera. Benegas recibe numerosas llamadas de dirigentes locales próximos al apararo solicitándole que no dimita. Se multiplican las declaraciones de dirigentes de la Ejecutiva Federal del PSOE y de las federaciones territoriales socialistas. Unos se manifiestan a favor de las dimisiones y otros, por la continuidad de Benegas.

Miércoles, 7: El funeral por don Juan de Borbón en El Escorial reúne al Gobierno en pleno y a todos los presidentes autonómicos socialistas. El ministro del Interior, José Luis Corcuera, aprovecha la ocasión para hablar con algunos presidentes autonómicos como el de la Generalitat valenciana, Joan Lerma, el de Madrid, Joaquín Leguina, y el de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves. Corcuera y Chaves continúan su conversación en el domicilio madrileño del ministro del Interior. La idea de constituir un comité estratégico electoral, con la incorporación de notables del partido junto a miembros del aparato, se va imponiendo.

Jueves, 8: Se produce un paréntesis en la crisis. Felipe González marcha a un balneario, próximo a Salzburgo, para entrevistarse con el canciller federal alemán, Helmut Kohl. En esa reunión, González saca la conclusión de que no hay posibilidad de remontar la crisis económica a corto plazo. Su hipótesis de adelantar las elecciones, acariciada desde la semana anterior, se reafirma. Los empresarios con los que se ha reunido y el equipo económico del Gobierno, con Carlos Solchaga al frente, le animaban a que tomara esa decisión.

Viernes, 9: A las seis de la tarde espera Felipe González en La Moncloa a Alfonso Guerra, Txiki Benegas, Francisco Fernández Marugán, José Luis Corcuera y Manuel Chaves. Durante cuatro horas negocian la salida a la crisis.

Guerra cede ante González en la aceptación del cambio de filosofia sobre el caso Filesa. Asumirá la responsabilidad política colectiva de la dirección del PSOE, pero no cederá en ampliar las responsabilidades concretas más allá de los responsables de finanzas. Asimismo, asume la creación de un comité estratégico plural, pero con la condición de que no participen personalidades de perfil destacadamente renovador. Se barajan hasta una veintena de nombres.

Sábado, 10: La reunión de la Ejecutiva fue breve. González expone que asume el control del comité estratégico y de listas. La ministra de Asuntos Sociales, Matilde Fernández, dijo a González: "Estas actitudes pueden ser interpretadas como actitudes cesaristas por tu parte". Tras un silencio elocuente, siguió el debate. Posteriormente, Matilde Fernández volvió a tomar la palabra: "Insisto en que puede interpretarse como cesarismo. No digo que lo sea".

Domingo, 11: Felipe González se recluye en La Moncloa.

Lunes, 12: Felipe González preside el Consejo de Ministros y pregunta a sus miembros la opinión sobre el adelanto. Todos coinciden con la decisión del presidente del Gobierno de convocar las elecciones para el 6 de junio.