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Miseria junto a grandes fortunas

Antonio Caño

El índice de desempleo del condado de Los Angeles es del 10,3%, más de tres puntos por encima de la medía nacional. En la zona de South Central, escenario de los peores enfrentamientos de hace un año, esa cifra se eleva hasta el 50%. A ello hay que añadir que casi la mitad de los jóvenes de ese área ni siquiera buscan trabajo, nunca entran a otro mercado laboral que no sea el del comercio de crack y cocaína.A esto se suman los enormes desequilibrios sociales originados en una ciudad en la que, anos atrás, además de esa emigración pobre, llegaron, animadas por el crecimiento económico de la zona, algunas de las mayores fortunas del país. En Los Ángeles conviven hoy áreas cuyos residentes tienen unos ingresos anuales medios de 15 millones de pesetas con otras en las que los ingresos medios son de 150.000 pesetas, es decir, 100 veces menores.

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Los Ángeles... del infierno

Esas grandes fortunas, la presencia en Los Ángeles de los principales astros del cine y las más destacadas figuras de la música han contribuido a crear un escenario de Rolls Royce, diamantes y lujo que contrasta como en ningún otro lugar del mundo con barrios enteros donde se lucha por la comida diaria.

En el trasfondo de la crisis de Los Ángeles hay que constatar también una crisis de valores, agudizada durante la década de Ronald Reagan y George Bush, que potencia el simbolismo de esta ciudad como un lugar al que se viene a triunfar y en la que se desprecian el fracaso y el concepto de solidaridad con los más pobres.

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