La vergüenza de Europa
Nadie, ni en Sarajevo ni en el resto de Europa, pensaba que los disparos que el 5 de abril sonaron en la capital de Bosnia-Herzegovina abrían la puerta a una de las guerras más crueles de la historia europea. Las imágenes que se comenzaron a difundir por el mundo -ciudades arrasadas, limpieza étnica, campos de concentración- evocaban las atrocidades cometidas por los nazis en la II Guerra Mundial. Ni Europa ni la ONU han sabido detener la guerra de agresión desatada por las milicias serbiasen la antigua república yugoslava de Bosnia-Herzegovina. Precisarnente ayer, la Unión Europea Occidental acordaba intensificar la vigilancia en el Danubio para reforzar el embargo contra Serbia.Los enviados especiales de EL PAÍS, que ha seguido día a día el conflicto, recuerdan ahora los momentos más impresionantes, que han vivido sobre el terreno, y Kernal Kurspahic, director de Oslobodenje, habla de la importancia de un diario en una ciudad sitiada. Páginas 5 a 8
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